"Todos encontramos a lo largo de nuestra existencia derrotas y pérdidas. Es como en el fútbol, no se gana siempre. También el fútbol está lleno de frustraciones, de desilusiones. En el fútbol y en la vida el equilibrio es lo que nos ayuda", manifestó el técnico.
Del Bosque viajó este sábado a Italia, donde recibió el galardón que recibe el nombre del entrenador y jugador sueco Nils Liedholm, fallecido en 2007 a los 85 años.
La ceremonia tuvo lugar en la localidad norteña de Cuccaro Monferrato, donde Liedholm, que fue entrenador de equipos como el Milan, donde también militó como jugador, y el Roma, transcurrió sus últimos años.
Del Bosque se refirió además a su etapa de entrenador en el Real Madrid, tras ser preguntado por cómo se tomó el no ser renovado como entrenador del club blanco en 2004 tras cuatro temporadas al frente del banquillo en las que, entre otras, logró una Liga de Campeones y dos Ligas, una de ellas ese mismo año.
"Yo era un hombre de provincia en el Real Madrid (...) Pero en un mundo de poca fidelidad, haber estado cuarenta años en la casa, primero como jugador y después como entrenador de los juveniles y del primer equipo, es algo que me ha dado más gratificaciones que otra cosa, incluso que disgustos", aseveró.
Sobre las victorias obtenidas al frente de la 'Roja', Del Bosque comentó que tuvo "la gran suerte" de convertirse en el entrenador de España en el momento en el que había "una elevada concentración de talentos y de óptimos jugadores en sus filas".
Asimismo, agregó que le alegra, "en un momento tan complicado para el país desde el punto de vista económico, contribuir a dar esta alegría a la gente que sufre, un paréntesis de felicidad en un período difícil".
Preguntado por quién ganará el Balón de Oro, señaló que espera que sea un español y añadió: "Iniesta podría ganarlo, pero con él tantos otros", entre ellos Messi, Cristiano Ronaldo o Falcao.