Ya era hora de que el que fue el equipo revelación del 2011 empezara a ganar. Envigado, al que se le habían ido los partidos frente a Cúcuta y Medellín, ambos con 2-2 en el marcador a pesar de que la victoria parecía naranja, se sacudió con un 3-0 contundente que, sin embargo, fue más trabajado de lo que parece.
Quindío llegó al Parque Estadio Sur a no perder. Hilton Murillo fue una fiera desde el arranque neutralizando a Morantes y, en general, las líneas de volantes y defensas que puso Fernando Castro cumplieron su cometido inicial: anularon la sociedad de Néider con Yulián Mejía, impidieron que a Carpintero y Córdoba les llegaran balones y fueron una maldición para la idea de juego de Pedro Sarmiento.
Pero ahí, cuando no había cómo, apareció el zurdo Frank Fabra con un tremendo remate que puso el 1-0 al minuto 41. Sabiéndose perdedor, el Quindío salió para el segundo tiempo con una disposición más creativa e incluso llegó a amenazar con el empate, pero no fue suficiente.
A pesar de que Néider siguió bloqueado y mejía no encontraba espacios, en un tiro de esquina Andrés orozco martilló la pelota con la cabeza y puso el 2-0 al 22.
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Hasta ahí llegó la voluntad de los de Armenia, que tuvieron que aceptar la superioridad rival que, casi que metafóricamente, quedó más que clara con un tiro libre espectacular de Morantes que dejó las cosas 3-0 al 26.
El resto fue adorno, trabajo, manejo de pelota y el sello naranja típico en la que es su primera victoria oficial del 2012, con la que alcanzó cinco unidades después de dos empates. Quindío, por el contrario, sigue sin ganar en el torneo y se quedó con dos puntos y con la preocupación de que la liga parece mucho más complicada de lo que su joven nómina esperaba.
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