Nuevamente y tal y como ha sucedido en el último tiempo en los grandes logros de Atlético Nacional, el arquero Franco Armani fue fundamental en el empate 0-0 frente a Cerro Porteño y en el paso a la finalísima de la Copa Suramericana.
Y es que Armani dijo presente y salvó en varias oportunidades cada intención ofensiva de los aguerridos paraguayos. El argentino respondió arriba, abajo y tuvo atajadas que merecieron aplausos y más aplausos.
En la segunda parte, fue cuando más se necesitó y demostró su categoría el guardameta argentino y tuvo tres importantes intervenciones en momentos claves del partido.
La primera gran atajada de Armani llegó en el 64', en un ‘mano a mano' de Guillermo Beltrán. El delantero paraguayo remató desde adentro del área con potencia y el argentino salvó su portería, dejando un tiro de esquina.
Luego, volvió a aparecer en el 68'. Esta vez fue un remate desde afuera del área de Jorge Rojas, pero Armani nuevamente estuvo bien posicionado para atajar la pelota y mantener el cero en su arco.
La última gran aparición del guardameta fue en el 75'. Cecilio Domínguez remató sorpresivamente desde el sector izquierdo, pero el argentino actuó con inteligencia y sus reflejos salvaron a Nacional del gol visitante.
Finalmente, también se merece una especial mención el arquero de Cerro Porteño, Antony Silva. El paraguayo salvó en dos ocasiones claves a su equipo en el primer tiempo. Primero le quitó la pelota en ‘mano a mano' a Orlando Berrío y luego, en el segundo tiempo, le ahogó el grito de gol a Andrés Ibárgüen.