América se inspiró e hizo ver muy mal al Cali de Pelusso: 2-0 en El Campín

Carmelo Valencia y Cristian Dájome convirtieron los goles rojos. Alejandro Bernal y Carlos Bejarano fueron expulsados por el lado de América, mientras que por los ‘azucareros’ Christian Rivera y Abel Aguilar, no terminaron el compromiso que fue muy accidentado desde lo disciplinario.

América y Cali protagonizaron un clásico con mucho dinamismo al principio, pero la balanza se desniveló de manera clara a favor de los dirigidos por Jorge ‘Polilla’ Da Silva.

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Sobre el minuto 9, Iván Vélez fue derribado en el área por Nicolás Roa, acción que fue decretada por el árbitro como penalti. Al frente del balón se ubicó Carmelo Valencia, que con categoría convirtió el 1-0 a favor de los escarlatas.

Con el tanteador en contra, Cali trató de despertar y de juntar a sus hombres, sin embargo, poco pudo hacer frente a su rival que se quedó sin Alejandro Bernal al 28’, quien le pegó un manotazo a Abel Aguilar que le valió la tarjeta roja.

La acción más clara para los ‘azucareros’ vino por el mismo Aguilar, al capitalizar un despeje mal hecho del arquero Carlos Bejarano, quien quedó a mitad de camino y con la portería sola. Al final el rebote del jugador verde terminó estrellándose de manera caprichosa en el palo horizontal.

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Para la segunda parte, América comenzó con pie derecho. Al 51’, Cristian Dájome sacó provecho de un centro bajo de Juan Camilo Angulo y decretó el 2-0 que puso a celebrar de nuevo a los rojos.

Aparte del gol, en la parte complementaria el juez central Leonard Mosquera expulsó a Carlos Bejarano, quien recibió la tarjeta amarilla por demorarse en sacar y luego aplaudirlo de manera irónica. Por el Cali Christian Rivera vio el semáforo al minuto 47 y se fue del compromiso, al igual que Abel Aguilar, dejando a ambos equipos con nueve jugadores.

Con el pitazo final, América se fue entre aplausos de su numerosa hinchada, que reconoció el buen trabajo de Kevin Ramírez y Cristian Dájome.

Por su parte, el Cali de Gerardo Pelusso quedó en deuda y mostró muy poco en todas sus líneas, siendo ampliamente superado por un juicioso y juguetón onceno americano.