No, no se trata sólo del inesperado 1-3 frente a Tuluá del sábado pasado. Los números no mienten y a Nacional no le cuadran en los últimos partidos: a esa derrota súmenle el 3-2 frente a Chicó del jueves (duelo adelantado de la fecha 14), el 3-1 en casa del Cali, y el 2-3 a manos de Barcelona de Guayaquil por la Libertadores. En cuatro de sus últimos cinco partidos el verde ha recibido tres goles por juego y la única excepción es el 2-0 sobre Tolima que parecía calmar las aguas hasta que llegaron las derrotas con los coleros.
Lo más curioso es que la regla de estas derrotas está en los goles de camerino y en los errores defensivos que involucran tanto a los jugadores como al planteamiento del técnico. Repasemos:
Frente a Chicó el marcador se abrió por un autogol de Armani en una falta de atención increíble para un arquero que ha logrado tantas cosas con el verde. El golero fue sustituido para la segunda parte.
Frente a Tuluá el equipo perdía 0-3 en 17 minutos gracias a una serie de desconcentraciones de la zaga que llevaron a que a los 25 minutos Osorio realizara dos sustituciones, una de ellas defensiva (Nájera ingresó por Peralta).
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Contra Cali y Barcelona el primer cambio fue el mismo: Sebastián Pérez entró para tratar de recuperar la pelota y darle orden a un medio campo en el que nadie manda, y ahí va el primer análisis: después de 13 partidos jugados en la Liga y cuatro en Libertadores, el verde de la montaña sigue buscando un reemplazo para Alex Mejía, el capitán de Osorio en su racha de títulos y el eje fundamental de un cuadro verdolaga que era sólido en su zona de volantes.
Osorio no sólo no ha podido encontrar a ese jugador, pues ni Pérez, ni Diego Arias, ni Alejandro Bernal, ni Jairo Palomino le han respondido, sino que tercamente sigue apostándole al mismo esquema en vez de buscar adaptarse a los jugadores que hoy tiene.
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Pero el problema, si bien empieza en zona de volantes, no está sólo ahí: la defensa no da seguridad y la rotación, que tan bien le funcionó en el pasado a Osorio, no parece darle los resultados de antes.
Ahora bien, el punto de la rotación parece no estar funcionando especialmente en el arco. Nacional fue campeón tres veces consecutivas rotando a Armani y 'Neco' Martínez, y este año le apostó a Camilo Vargas, pero de momento las cosas no le salen ni al argentino ni al arquero de Selección que han sido responsables en varios goles que costaron derrotas inesperadas como las de Pasto, Chicó y Tuluá.
La última vez que Nacional fue campeón, en el Apertura 2014, perdió sólo cuatro partidos en la fase regular del campeonato, en el Finalización 2013 cayó tres veces y en el Apertura 2013 también fue campeón con apenas dos derrotas en la fase regular. Este semestre lleva cinco derrotas, aunque claro, la fase regular no tiene 18 fechas sino 20, pero aún faltan siete partidos para avanzar a la instancia definitiva.
La buena noticia es que el verde sigue siendo un equipo con gol y tiene la segunda mejor delantera del campeonato tras el Cali, con 25 goles en 13 partidos y -punto para Osorio- la rotación en ataque si funciona pues han hecho goles Copete (5), Guerra (4), Zeballos, Velásquez, Valencia y Ruiz (3).
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La mala es que junto al Cali son los equipos más goleados de los que están entre los ocho: 18 goles en contra en 13 partidos, el cuarto peor promedio de todos los equipos de la Liga, sólo superado por Pasto (30), Cúcuta (23), Chicó y Autónoma (20), todos entre los peores equipos del semestre.
Algo pasa en Nacional y no es bueno. El verde ahora debe sacudirse de la mala racha en La Plata frente a un Estudiantes que tampoco viene bien pero que, como el cuadro antioqueño, necesita la Copa para tomar impulso.
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