Siempre es más fácil escribir cuando las sensaciones están a flor de piel. Es lógico. La devaluada imaginación se hace presente de cuerpo entero. Comienzo así una crónica que espero trasmita lo vivido este sábado en El Campín, donde más de 37 mil fanáticos se deleitaron con el que fue, por sobrados méritos, el mejor Millonarios vs. Nacional en mucho tiempo.
La historia del clásico del fútbol colombiano número 265 mostró argumentos desde el primer minuto. Sí, en el primer avance de Nacional, un cabezazo del defensa Óscar Murillo en un tiro de esquina venció a Nelson Ramos y puso a delirar a los 10 mil verdes de El Campín.
El tanto, promesa de una tarde noche bogotana llena de emociones, no fue la única acción del arranque vertiginoso. A los 5', el árbitro Ímer Machado se comió un penalti clarísimo a favor de Millonarios. De los 70 mil ojos presentes en el estadio, los suyos fueron los únicos que no vieron una mano de Mejía en el área.
La jugada, sin pensarlo, fue el inicio de una serie de imprecisiones azules. Los 11 de Richard Páez, contagiados por el frenesí de la tribuna, se olvidaron del balón. Para rematar, Juan Fernando Quintero, ese irreverente de la blusa 22, decidió ser figura. Dijo presente a punta de fútbol, como siempre debe ser.
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Y este clásico inolvidable siguió con su trama. A los 23', un cabezazo del defensa Óscar Murillo en un tiro de esquina venció a Nelson Ramos, por segunda vez. Uso las mismas palabras porque las anotaciones son exactas, con tanta fortaleza aérea de Nacional como pasividad defensiva de Millonarios.
Pero no crea, señor lector, que ahí terminó el partido. Con el 0-2 abajo, la parcial azul se hizo sentir. Los ‘embajadores' recibieron los ánimos desde la tribuna como una cachetada, como un golpe al corazón, como si de una inyección de adrenalina se tratara. No fue Mayer Candelo esta vez el guía, desde su banda derecha, con una autopista abierta, Lewis Ochoa se vistió de protagonista.
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El buen lateral derecho se hizo profundo, pisó el área. A los 29 tiró un busca pies que despejó de la raya Leandro Armani, a los 33 repitió la fórmula y a los 41 también. No es broma, el calvo antioqueño, ex Medellín, fue la punta de lanza de una remontada que se veía venir.
Y llegó. En 15 minutos Millonarios niveló las cargas. Más con ganas, hay que decirlo. Humberto Osorio Botello (27') definió en el área tras pase de Juan Esteban Ortiz y Pedro Franco (42') empujó un balón que había soltado Armani. Se le vino la noche a Nacional, que para completar esos minutos nefastos perdió por doble amarilla al peruano Johan Fano. El verde pasó de claro a oscuro.
Dulce desenlace verde
Las sensaciones, claramente, no eran las mejores para el equipo de Santiago Escobar, porque la tónica siguió en el inicio del segundo tiempo. A los 48', una genial jugada colectiva de Millonarios encontró solo frente a Armani a Humberto Osorio Botello. El duelo lo ganó el portero argentino. Resultó la primera opción de una tanda que logró el club local. Yhonny Ramírez dos veces y el mismo Osorio estuvieron cerca de convertir.
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El panorama necesitaba aire fresco y por eso Richard Páez y Santiago Escobar hicieron variantes. El venezolano ingresó a Matías Urbano por Orlando Berrío y a Hárrison Otálvaro por el golpeado Osorio Botello. El antioqueño a Daniel Santa por Avilés Hurtado. El cotejo pintaba para un monólogo de posesión azul y resistencia verde.
No contaba el escenario con la resurrección de Juan Fernando Quintero. En la única aproximación verdolaga del segundo tiempo, el zurdo aprovechó su pegada para encaramar un tiro libre por encima de la barrera y hacer vano el esfuerzo de Ramos. Golazo, por la confección y el significado. Golazo, de esos que sirven para llenar el corazón de la tribuna, para que el país lo tenga en cuenta.
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Quintero, de paso, acabó el partido. Millonarios ya había hecho el trabajo sucio y las piernas pesaban. Juan Esteban Ortiz se fue expulsado y se vio al azul maniatado, resignado. Consciente del duro golpe que significa perder ante el rival tradicional y quedarse con cinco puntos en la tabla. Primera caída en el torneo para los de Richard Páez. Primera derrota, ante el líder del torneo, un Nacional que ya suma nueve puntos. Primer resbalón 'embajador' en El Campín luego de 24 fechas.
Fue un 2-3, digno de dos grandes del fútbol colombiano. Así deben ser todos los superclásicos. Sin temores, con ganas, con emociones. La historia no dirá que la nómina alterna de Nacional ganó el cotejo 265. Se recordará la noche del 18 de febrero por los cinco goles y los giros que presentó una película sin igual, el eterno Millonarios vs. Nacional.
Vea aquí las estadísticas y la ficha técnica del partido.