La Copa Libertadores 2017 echó oficialmente a rodar la noche del miércoles con el sorteo de los grupos, con un total de 47 equipos, en la sede permanente de la Conmebol en Asunción.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, arrancó el acto recordando a las 71 víctimas del accidente aéreo en Colombia que segó la vida de jugadores, técnicos y dirigentes del conjunto brasileño.
El Chapecoense, equipo revelación del continente, viajaba hacia Medellín para disputar su primera final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional cuando el avión se estrelló en esa ciudad colombiana en la noche del 28 de noviembre.
En el accidente murieron 71 personas, entre ellas 19 jugadores, 20 periodistas y gran parte del equipo técnico y directivo de este modesto equipo del sur de Brasil. Sólo seis pasajeros sobrevivieron.
Los dirigentes del fútbol continental homenajearon al malogrado equipo con la exhibición de un video que resumió su campaña en la Copa Sudamericana, la que le fue adjudicada por la Conmebol.
En el pasaje más sensible del acto, Domínguez entregó la réplica de la Copa Sudamericana al presidente del Chapecoense, Plinio De Nés, aplaudido de pie por los presentes.
De Nes pidió que la Copa Sudamericana fuera compartida y llamó a alzar el trofeo al representante del Atlético Nacional, Daniel Gimenez Ochoa.
Domínguez agradeció en nombre del fútbol sudamericano al club Atlético Nacional, a la ciudad de Medellín y a Colombia, por el gesto de resignar la Copa Sudamericana a favor del club brasileño.
"Gracias Colombia, gracias Nacional. Estos son los valores que quedan en el fútbol", dijo emocionado el dirigente deportivo.
El Nacional recibió el premio "Centenario Conmebol al Fair Play" por su actitud deportiva. Por otra parte fueron homenajeados los 20 periodistas brasileños fallecidos en el accidente.
"La pelota nunca tiene que parar de rodar", dijo finalmente Domínguez.
Antes del sorteo, el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, recibió en el acto una "distinción de honor por su apoyo constante al fútbol".
Se dedicó un homenaje a Argentina por el 30 aniversario de su conquista del Mundial de México de 1986.
Recibieron una medalla de reconocimiento los ex jugadores Oscar Garre, Nery Pumpido y Carlos Pachamé, este último cercano de quien fuera entrenador Carlos Salvador Bilardo.
El jugador venezolano Alejandro Guerra, mediocampista del Nacional de Medellín fue condecorado como el mejor jugador de la Copa Sudamericana.