Según informaron los medios de comunicación italianos, algunos de los jóvenes que acudieron a Trigoria lanzaron petardos durante su protesta, lo que provocó la intervención de la Policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los aficionados.
Un total de cuatro hinchas romanos fueron arrestados, mientras que otro resultó herido en la nariz y un policía en la pierna, tras recibir el impacto de uno de los petardos lanzados por los aficionados.
A pesar de los incidentes, una delegación de los aficionados logró entrar dentro de la ciudad deportiva del Roma, donde se reunieron con algunos de los jugadores del equipo.
Los hechos de este sábado evidencian el momento difícil que atraviesa el club, tras las tres derrotas -dos en el campeonato italiano y una en Liga de Campeones- que acumula el equipo, lo que ha llevado también a que se ponga en discusión la continuidad del técnico, Claudio Ranieri.
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Todo ello sucede además en medio de las negociaciones que está llevando a cabo el club, que sufre importantes problemas económicos, con un consorcio de ejecutivos estadounidenses para su venta.
"Espero que el equipo reaccione" tras los incidentes de este sábado, manifestó Ranieri en la rueda de prensa ofrecida en vísperas del encuentro liguero contra el Génova.
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El técnico 'giallorrosso' comentó además que los seguidores tan solo quieren entender lo que pasa y que él no piensa en abandonar "la nave Roma".
"Quiero que sea una manifestación pacífica, es justo protestar porque en los últimos quince días no lo hicimos bien. La actuación de los hinchas es una demostración de amor", agregó Ranieri.