El Inter de Milán empató este martes a cero contra el Porto, por lo que el solitario gol de Lukaku en la ida le bastó para regresar a los cuartos de final de la Champions League por primera vez en doce años.
Tras un partido marcado por la cautela en la primera parte y la desesperación en los instantes finales, el conjunto milanés acabó imponiéndose gracias a un juego defensivo que anuló las embestidas del Porto.
De esta forma, los 'nerazzurri' acceden a los cuartos de final de la máxima competición europea por primera vez desde la temporada 2010/2011, cuando defendían el título conquistado en la edición anterior.
Por parte del Porto, la vuelta empezó a complicarse incluso antes del saque inicial. El veterano central Pepe fue baja de última hora, lo que amplió la lista de titulares indisponibles, junto al lesionado João Mário y al sancionado Otávio.
Publicidad
La mínima ventaja obtenida en territorio italiano llevó a Simone Inzaghi a adoptar una estrategia prudente, esperando a que el rival cometiera un error.
Por su parte, Sérgio Conceição, exjugador del Inter y compañero de Inzaghi en la Lazio, optó una vez más por la presión, aunque en la primera parte no tuvo tanto éxito como en el choque de ida.
Publicidad
Y es que los 'nerazzurr' impidieron a la defensa 'blanquiazul' establecer conexión con las piezas del centro del campo, lo que provocó varios gritos del técnico luso en demanda de mayor velocidad en los pases.
Mientras al Porto le costaba encontrar espacios, el Inter apenas amenazaba la portería contraria. Incluso, Mateus Uribe, que jugó hasta el minuto 84 con los 'dragones', se animó con un remate de media distancia, fuerte, en el que el arquero del Inter tuvo que estirarse al máximo.
El equipo milanés aún creó algunos instantes de peligro, sobre todo por mediación de Dumfries, el más activo del once en la primera parte, pero, a excepción de un disparo de Dzeko, Diogo Costa no tuvo que intervenir tan a menudo.
Los 'dragones' encontraron por fin su juego a medida que se acercaba el descanso, y sólo no llegaron al gol gracias a un corte de Dimarco.
Publicidad
Pero una vez que encontraron el acelerador, los jugadores del porto sobrepasaron el límite de velocidad y permitieron al Inter aprovecharse de su descontrol.
Una pérdida de balón de Mateus Uribe por distracción cerca de su portería llevó a Lautaro Martínez a amenazar, pero sin éxito.
Publicidad
Tras 45 minutos pidiendo intensidad, Conceição pedía ahora calma.
Con el tiempo ya en su contra, el Porto regresó a la segunda parte en busca de un gol, y Uribe, en busca de redención por su error, envió un balón al larguero.
Tras 70 minutos de cautela, ambos entrenadores decidieron retocar sus equipos en favor del ataque, con la entrada de jugadores como el belga Romelu Lukako por parte del Inter o el español Toni Martínez por parte del Porto.
Los cambios llevaron a los 'dragones' arriba, pero el duelo sólo se calentó en los compases finales. Entre la espada y la pared, el Porto intentó por todos los medios empatar la eliminatoria y estuvo incluso a punto de conseguirlo.
Publicidad
En el tiempo añadido, Dumfries detuvo en la línea el disparo de Marcano; pocos segundos después, Mehdi Taremi remató al poste y, en la siguiente jugada, Grucic estrelló un balón en el larguero.
En medio de la desesperación, Pepê recibió su segunda tarjeta amarilla y fue expulsado, lo que acabó con las aspiraciones del Porto en la Liga de Campeones y selló el pase del Inter.
Publicidad
Ficha técnica:
0 - Porto: Diogo Costa; Pepê, Fábio Cardoso, Marcano, Zaidu (Wendell, min.85); Grujic, Uribe (Namaso, min.85), Eustáquio (André Franco, min.71), Galeno, Taremi y Evanilson (Toni Martínez, min.71).
0 - Inter Milán: Onana; Dumfries, Darmian (Skriniar, min. 79), Acerbi, Bastoni (de Vrij, min.74), Dimarco (D'Ambrosio, min.70); Barella (Brozovic, min. 80), Çalhanoglu, Mkhitaryan; Lautaro Martínez y Dzeko (Lukaku, min.69).
Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Mostró tarjeta amarilla a Pepê y al técnico Sérgio Conceição por parte del Oporto y a Darmian, Dzeko y Acerbi por parte del Inter de Milán. Expulsó a Pepê tras la segunda amarilla.
Publicidad
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Estádio do Dragão de Oporto ante 48.015 espectadores