El líder del torneo alemán, el Borussia Dortmund, recibe el sábado al Augsburgo tras marcar 14 goles en los últimos tres partidos jugados, mientras que el Bayern, después de tres compromisos sin conocer la victoria, juega en casa contra el Borussia Möchengladbach.
El Bayern-Gladbach es sin duda el partido más atractivo de la jornada. Los dos equipos, el Bayern es segundo y el Gladbach cuarto, están separados sólo por dos puntos. Para el Bayern el compromiso es clave para tratar de sacudirse de la minicrisis en la que ha caído tras un buen comienzo de temporada.
La minicrisis del Bayern, unido al alto vuelo del Dortmund, ha generado un optimismo moderado entre quienes se quejan de la falta de dramatismo que ha tenido la lucha por el título alemán en los últimos años.
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El Bayern lleva ya seis Bundesligas consecutivas, todas con ventaja de más de diez puntos sobre el segundo. Y antes de esa fase hegemónica del Bayern hubo un intervalo con dos títulos seguidos para el Dortmund, que también tuvo en las dos ocasiones una ventaja astronómica sobre su perseguidor.
El Dortmund llega al duelo contra el Augsburgo en racha, con los ánimos altos y dando muestras de una increíble capacidad de reacción cuando un partido parece complicársele, como se vio en los segundos tiempos contra el Mónaco en la Liga de Campeones y, sobre todo, en la remontada de la semana pasada ante Bayer Leverkusen.
La ventaja sobre el Bayern es escasa, apenas un punto, pero el momento habla a favor del Dortmund.
Sin embargo, los escépticos recuerdan que hace un año el Dortmund también era líder y le sacaba incluso cinco puntos al Bayern que pasó por una crisis más honda que la padece ahora y que llevó a la destitución de Carlo Ancelotti. Luego el Bayern se recuperó.
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Ahora el entrenador del Bayern, Niko Kovac, tiene que encontrar una fórmula para reconducir la situación si quiere terminar la temporada en el banquillo y el camino empieza por ganarle el sábado al Gladbach.
Lo que ha pasado, después de cuatro victorias consecutivas en las cuatro primeras jornadas, de golear al Eintracht en la Supercopa alemana y de imponerse al Benfica a domicilio en la Liga de Campeones, es difícil de explicar y el propio Kovac admite que tiene que reflexionar sobre lo que ha ocurrido.
Sus críticos creen que ha abusado de las rotaciones lo que ha perjudicado el ritmo de competición del equipo pero las rotaciones las hizo ya en las primera jornadas y tuvo éxito.
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