El técnico luso reaccionó golpeando una botella de agua, lo que provocó que el árbitro Jonathan Moss le mostrase el camino de los vestuarios antes del descanso.
Esta es la segunda expulsión de Mourinho esta temporada, después de la sufrida en el partido que terminó en empate ante el Burnley.
En aquel entonces el entrenador fue sancionado con un partido sin dirigir desde el banco.
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Mourinho sent to the stands for this reaction pic.twitter.com/yKl724jGuP
— Ball Sources (@BallSources) November 27, 2016