"Lo que vi de mis jugadores estaba muy bien, hasta que llegó un momento en el que sentí que no se podía hacer mejor", declaró Mourinho.
"La lucha sigue, pero a veces hay batallas que son prácticamente imposibles de ganar. Puedo jugar contra cualquier equipo, contra cualquier entrenador, ganar o perder, pero no se puede hacer más", sostuvo el portugués.
"Los aficionados no son tontos, no tengo que decirles nada. Saben lo mucho que lo estamos intentando mis jugadores y yo y saben por qué estamos cosechando resultados negativos", afirmó.
Cuestionado sobre su futuro en el club, en duda después de encadenar dos derrotas consecutivas en Premier League -ante West Ham y Liverpool- y de ser apeado entre semana de la Copa de la Liga. Mourinho dijo que lo que hará ahora es "ver el rugby e intentar desconectarse".
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"Voy a ir a casa y ahí me encontraré una familia decepcionada. Intentaré ver el rugby y desconectar un poco de esto hasta que empiece a preparar la sesión de entrenamiento de este domingo para el partido del miércoles", subrayó el técnico.