Nacido en Santa Rosa de Cabal, Risaralda, hace 52 años, y ‘dueño' como futbolista, durante la década de los 80's, de las camisetas del Pereira, Nacional, Internacional de Brasil, Once Caldas y Chicago Fire de Estados Unidos, Osorio pasó de ser un mediocampista no muy reconocido, a un estratega exitoso.
Fue así como después de ‘colgar los guayos' y radicarse en Inglaterra, en 2001 se unió a la disciplina del equipo Manchester City, con el que trabajó durante cinco años en calidad de Preparador Físico y Asistente Técnico.
Su larga experiencia en el fútbol europeo y sus galardones, sedujeron en 2006 a Millonarios para repatriarlo. Aunque con los ‘azules' no alcanzó títulos, su primera experiencia como DT en Colombia cautivó por su forma diferente, para nuestro medio, de ver y enseñar el fútbol.
El adiestrador no dejaba escapar el más mínimo detalle de los partidos y los anotaba en su libreta, como, al mejor estilo de los científicos, queriendo hacer al final de cada uno de ellos el más minucioso estudio de tiempos y movimientos.
Publicidad
Después de dos años en Bogotá, la experiencia internacional de Osorio se trasladó al balompié de Estados Unidos: Chicago Fire y Red Bull de Nueva York le proporcionaron un nuevo aire para emprender el retorno a su país de origen y coronarse campeón en el 2010 con Once Caldas del Torneo Finalización.
Su primera conquista en Colombia le abrió nuevamente las puertas hacia el exterior. Sin embargo, en el Puebla de México no encontró la gloria, que sí llegaría en Atlético Nacional, su equipo desde el 2012 y con el que logró en su año de arribo los títulos de Superliga Postobón y Copa Colombia.
Publicidad
A pesar de convertirse en el primer técnico en ganar los tres torneos del fútbol colombiano (Liga, Superliga y Copa), la obtención de la Liga con Nacional era una tarea que continuaba pendiente, por lo que las críticas de algún sector de la hinchada y el periodismo empezaron a aparecer.
La amplia y costosa nómina que tenía Osorio a su disposición, parecía no ser bien utilizada. Las constantes rotaciones de jugadores le impedían consolidar un equipo base y de ahí la intermitencia en el accionar del conjunto.
El 2013 llegaba como el gran reto del entrenador con los ‘verdes'. La afición ya no aguantaba un nuevo descalabro y por eso desde el principio de temporada hizo sentir su presión.
Nuevamente el rendimiento futbolístico del equipo se hacía inconstante, pero los números respaldaban al técnico.
Publicidad
Después de obtener 32 puntos en la fase ‘Todos contra todos' y avanzar segundo a cuadrangulares con sólo una unidad menos que Santa Fe, Nacional pasó las ‘duras y las maduras' en el Grupo B. Luego de perder en las dos primeras jornadas (2-1 con Pasto y 1-2 ante Itagüí), el herido de muerte se paró con triunfo ante Tolima en Ibagué (1-2), para después volver a dejar dudas con un 1-1 frente al mismo rival, pero esta vez en el Atanasio Girardot.
Nacional era un ‘tiro al aire', con el que cualquier cosa podía pasar. Quedaban dos exámenes para, al mejor estilo de los alumnos regulares, tratar de salvar el año. Ya no se dependía de sí mismos y la continuidad de Osorio en el equipo empezaba a ser fuertemente cuestionada.
Publicidad
Pero, acostumbrados a remar contra la marea, Osorio y sus dirigidos afrontaron con mucha gallardía la recta final de los cuadrangulares para sacar, con algo de ‘buena suerte', un triunfo en el último minuto 1-2 ante Itagüí en Ditaires, e imponerse, esta vez sí con suficiencia futbolística, por 2-1 sobre Pasto.
El resurgimiento del ‘verde', sumado a que se le dieron los demás resultados, como la derrota de Tolima 0-1 en la última fecha ante Itagüí en Ibagué, llevaron al equipo a clasificarse a la gran final de la Liga y a seguir soñando con la obtención de la estrella 12.
En la gran final, un empate 0-0 en el Atanasio ante Santa Fe, dejó nuevamente a todos expectantes sobre lo que podía hacer el equipo en su visita al vestido totalmente de rojo El Campín.
Sin embargo, el ‘verde' estaba destinado a dar una nueva vuelta olímpica y luego de jugar uno de sus mejores partidos, se impuso 0-2 con goles de Jefferson Duque y Luis Fernando Mosquera.
Publicidad
Nacional acabó con el ‘león' y Osorio con las críticas. Su campaña de 46 puntos, producto de 12 partidos ganados, 10 empatados y sólo cuatro perdidos, para un rendimiento del 58.98%, llevó nuevamente al conjunto antioqueño a la cúspide del balompié colombiano.