Este viernes disputarán el partido de eliminatoria contra Croacia que podría clasificarlos para el Mundial de Brasil 2014.
Según el periódico Le Soir, que cita fuentes oficiales, entre 2.000 y 3.000 personas, entre los que se encontraban algunos miembros del Ejecutivo federal belga, como el ministro de Asuntos Exteriores, Didier Reynders, se congregaron en el aeropuerto de Zaventem para despedir a los jugadores.
Los futbolistas belgas embarcaron en un avión especialmente decorado para la ocasión con los colores de la bandera del país y con el escudo de los "diablos rojos".
Bélgica es líder de su grupo de clasificación y podría asegurar su presencia en el Mundial de Brasil con un empate frente a la selección de Croacia el viernes en Zagreb.
La última participación de los "diablos rojos" en un mundial se produjo en 2002, campeonato organizado conjuntamente por Corea y Japón.