Solo siete meses duró la segunda era de Julio Comesaña al frente del Cali (ya había dirigido al equipo en 1987). El adiestrador no pudo encontrarle la vuelta al bajón futbolístico que tuvo el conjunto 'azucarero' en la Liga Postobón II y prefirió dar el paso al costado.
A diferencia de hace dos semanas cuando presentó su renuncia tras caer 3-0 ante Pasto por la novena jornada de la Liga Postobón y los dirigentes y futbolistas lo convencieron de no abandonar, esta vez los máximos representantes del club prefirieron aceptar la decisión del DT y dejarlo ir.
Y es que definitivamente el destino estaba ensañado en que fuera Pasto el encargado de sentenciar el adiós del nacido hace 64 años en Montevideo (Uruguay). El sábado anterior, en desarrollo de la jornada 13 de la Liga, Cali cayó nuevamente contra los de Nariño, esta vez en ‘su' estadio Pascual Guerrero por 0-1 y, con 14 puntos y ubicado en la decimocuarta casilla de la tabla, quedó con escasas posibilidades matemáticas de acceder a los cuadrangulares semifinales, lo que puso a pensar otra vez al estratega en su salida.
Al término del compromiso, Comesaña explicó en rueda de prensa la séptima derrota ‘azucarera' en el campeonato diciendo que el conjunto estaba "en obra negra y la gente del club tendría que sacar conclusiones para ver quiénes realmente podían estar en un equipo así".
Publicidad
Comesaña aclaró además que los malos resultados no se debieron "a la falta de entrega de los jugadores sino que a algunos de ellos no les da el cuero para afrontar una situación de estas. Les falta carácter para enfrentar cosas, no solo en el fútbol sino en la vida misma".
Tras su renuncia este lunes, Comesaña dejó escrito en el Cali un capítulo de contrastes. Mientras en el primer semestre del año realizó una gran campaña en la que dirigió al equipo en 18 juegos con un promedio de rendimiento del 62,96% y peleó hasta la penúltima fecha de los cuadrangulares por un cupo a la gran final, en la segunda mitad del año tan solo pudo alcanzar una utilidad del 33,33%.
Publicidad
Aunque la junta directiva del Cali nombró como técnico encargado a Héctor Cárdenas, quien condujo al equipo Sub-17 hasta la segunda fase del campeonato nacional, el nombre que más suena en la capital vallecaucana para ocupar el cargo en propiedad es el de Diego Umaña, quien en su época de futbolista se destacó con la camiseta ‘verdiblanca'.
De esta forma Cárdenas se convertirá en el técnico número 12 que haya contratado el conjunto en los últimos cinco años, algo realmente preocupante.
La incertidumbre toca nuevamente las puertas de un Cali que con Cárdenas deberá preparar el juego del próximo 14 de octubre en el que visitará a Envigado y está obligado a sumar. Si el equipo quiere avanzar a los cuadrangulares semifinales, tendrá que conseguir mínimo 13 puntos de los 15 que quedan en juego, tarea casi que titánica de realizar.