El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, afirmó en una rueda de prensa que "ha llegado el momento de pensar" en las personas que no pueden ir a los partidos.
El Gobierno brasileño será el encargado de distribuir las entradas entre los indios y las personas inscritas en Bolsa Familia, su principal programa de asistencia social, que atiende a 13,3 millones de familias pobres en todo el país.
El ministro de Deportes, Aldo Rebelo, agradeció el gesto, destacó que el fútbol es "una gran plataforma de inclusión social" en Brasil y, en el caso del Mundial, a través de la creación de 3,6 millones de empleos directos e indirectos.
Además de las entradas gratuitas, la FIFA reservará cerca de 300.000 boletos baratos para los ancianos y estudiantes, que según la legislación brasileña tienen derecho a descuentos en los eventos culturales y deportivos.
Valcke también se refirió a la seguridad, en particular a la ola de violencia que afecta a Sao Paulo desde comienzos de octubre, y manifestó su confianza en el compromiso asumido por el Gobierno brasileño.
El secretario general de la FIFA realizó estas declaraciones en su visita al estadio de Sao Paulo, que será sede del partido inaugural del mundial el 12 de junio de 2014.
La comitiva de la FIFA, en la que estaba el ministro de Deportes, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), José María Marín, y los exjugadores Ronaldo y Bebeto, miembros del Comité Organizador Local (COL), fue al estadio en metro.
Ronaldo destacó la "facilidad" para llegar al estadio en metro y le pidió a los medios de comunicación y al púbico que "dejen de pensar en las obras" y se concentren en la preparación de "cómo recibir a los turistas".
Bebeto dijo que "el Mundial es una realidad, los estadios están prácticamente listos, es lo que le da a uno el placer y el orgullo de ser brasileño".