Para alcanzar la meta propuesta por allá en 2011 en la Copa América de Argentina, es decir, la de volver a una Copa del Mundo, hemos visto pasar tres entrenadores por la tricolor. Dudas no hay que el pueblo colombiano se queda con el último, con José Néstor Pékerman. Confío en los jugadores, como ellos en él. Había materia prima, sólo había que saberla llevar. Pero, sobre todo, saber sacarle el jugo luego de moldearla. Antes de llegar a Pékerman, pasaron por el banquillo Hernán Darío Gómez y Leonel Álvarez. Los dos capacitados, otro tema aparte. Tal vez a Leonel le restaba madurez, porque personalidad y mentalidad sí la tiene, y que viene en ascenso este último tiempo. Con ‘Bolillo’ encontramos un fútbol más conservador y vertical con gente como Adrián Ramos, Hugo Rodallega, Dayro Moreno & cía. Siempre con su 4-1-4-1 donde él fue el primero en confiar plenamente en Carlos Sánchez, sin duda, el fichaje mediático que más rédito está sacando la Liga BBVA esta temporada 2013/14. Se basaba su filosofía en esperar, y contragolpear fuertemente por los costados con, hasta incluso, doblajes de laterales-extremos. En la era Álvarez empezó a verse el buen fútbol, por ende, el llamado de James Rodríguez, una maravilla en escena. Empezó a deleitarnos con una zurda que arrancaba por banda, pero al verse tirado por banda derecha, es decir, a perfil cambiado, le tocaba apostar por la diagonal hacia adentro buscando su pierna más hábil, la zurda. No era el jugador de Banfield y Oporto que busca línea de fondo desde izquierda. En ambas eras vimos buen fútbol, por momentos. Ejemplo: Argentina -Gómez- y Bolivia -Leonel-. Tal vez el partido ante Bolivia en la altura no haya sido de lo más bonito, pero el equipo mostró un fútbol fluido, rápido y ordenado, cosa que tiene sabiduría a la hora de jugar en La Paz. No todas las Selecciones sacan todos los partidos tres puntos de allá. Bolivia no es un equipo fuerte, aunque venga de poco a poco, pero en su feudo se multiplican futbolísticamente: salen desde el primer minuto a atacar. El problema evidenciado en todas las eras fue primordial: la salida con balón. Siempre había sus problemas. Tal vez en la Copa América era más simple y se empezaba apostar desde el centro del campo con Abel Aguilar y Fredy Guarín, los dos interiores. Con Leonel Álvarez fue irremediable no darse cuenta la nula capacidad de apoyos de los centrocampistas a la hora de sacar el balón jugado. Era toca de un defensa a otro, esperar que Abel Aguilar bajara a veces, y abrir en largo con Zúñiga/Vallejo-James o Armero-Pabón. Llegó Pékerman le dio ese instinto táctico. La imprimió al equipo, aparte de un modelo autóctono para el sobresaliente trato de pelota, la filosofía del mediocentro defensivo entre los centrales, laterales largos, e interior como apoyo-receptor libre. Colombia 4-0 Uruguay (7 de septiembre, 2012) El día que mejor funcionó la salida con balón de Colombia. Era un tarde calurosa y Uruguay lo notó de sobra, sí. Pero Pékerman le plasmó esa exportación con pelota lavolpiana (mediocentro incrustado entre los centrales). No era nada atípico, como lo puede hacer el Bayern con un lateral por fuera y el otro por dentro, o dos interiores paralelos. Además, Aguilar se mostraba como apoyo para no dar ninguna pérdida, consecuencia prevenida del 1-1 ante Venezuela que lo pagó la tricolor con un error de Perea, realizando una actuación más que aceptable. A su vez, Macnelly no arrancó caído a una banda, sino que interiorizó más su posición para mostrarse como segundo apoyo. Lo más evidente ese día no fue el tema de Valencia a la misma altura de Perea-Valdés, porque ese día destacó más la explosividad arriba de Teófilo, Falcao y James. Colombia 2-0 Perú (11 de junio, 2013) Más simple y menos fructífera se dio la salida en juego. Fue un partido duro y con mucha lluvia. Costó llevar las riendas del juego, pero un Cuadrado activo, ante la ausencia de James Rodríguez, fue el desequilibrio al modelo propuesto desde el arranque por Markarián, queriendo continuar con vida en la Eliminatoria para obtener un cupo a Brasil. Macnelly Torres estuvo más participativo en línea de tres cuartos. Sánchez jamás le dio a Pékerman lo que obtuvo con Valencia: salida rápida e inteligente, no tan clarividente. Sánchez muerde más, por algo su podo de la roca en España está viviente. Queda cada vez menos para la Copa de Mundo en Brasil. Aquí, en Diario Humilde, seguiremos viendo estos temas tácticos-estratégicos. En Twitter: @RicardoPinilla4
Actualizado: enero 25, 2017 11:41 a. m.