"Dejad en paz a los jugadores. El culpable soy yo, pero solo me iré cuando vea que el equipo no me sigue o el club piense que no soy la persona adecuada. Pero no dimito, son todo chorradas", dijo Luis Enrique en la rueda de prensa previa al encuentro liguero que este miércoles disputa el Roma contra el Udinese.
"Estoy orgulloso de mis futbolistas, de cómo se comportan y por cómo se entrenan. He visto en sus caras la desilusión tras muchas derrotas. ¿La Liga de Campeones? Aún tengo la ilusión de llegar al tercer puesto, pero la clasificación dice que somos sextos ahora", agregó.
De este modo el entrenador español salió al paso de los comentarios aparecidos en la prensa deportiva italiana sobre un posible mal ambiente en el seno de su vestuario que le ha obligado a abroncar a sus jugadores.
Fruto de ese malestar y falta de sintonía fue, según la prensa, la derrota del pasado sábado por 4 a 2 ante el modesto Lecce, todo un jarro de agua fría para un equipo que llegaba con la ilusión de recortar distancias con respecto a los 4 puntos que los separaban del tercer puesto.
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"Muchos jugadores de 20 años habían generado ciertas reservas, pero muchos de ellos están haciendo un trabajo importantísimo y será un potencial grandísimo para el Roma, con cualquier entrenador. Pero si queréis machacarlos, el culpable soy yo", dijo Luis Enrique.
"Dejemos en paz a los jóvenes y a los futbolistas más expertos: dejad de contar ciertas mentiras sobre que se pelean en el vestuario. Dejadlos trabajar en paz. Estos chicos se comportan como profesionales, de modo óptimo y con la cabeza alta", sentenció.
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