"Cuando le tocas un poco y grita como si se hubiera roto una pierna, piensas: ¿se habrá hecho daño? Pero nueve de cada diez veces no es así", señaló el futbolista al tabloide local de Stoke-On-Trent (centro de Inglaterra) "The Sentinel".
La tarjeta amarilla que vio hace tres semanas Suárez ante el Sunderland por simular una falta, el mismo motivo por el que ya fue sancionado en abril ante el Aston Villa, situó al jugador en el centro de una polémica que el técnico del Stoke, Tony Pulis, avivó el pasado domingo.
Tras empatar a cero con el Liverpool en Anfield, en un encuentro en el que el Stoke vio seis amarillas por ninguna los ‘reds', el técnico sostuvo que la Federación inglesa (FA) debería castigar con tres partidos a los futbolistas que "se tiran".
"(El uruguayo) es un gran jugador, es uno de esos futbolistas que nos asustan hasta la muerte. Ahora bien, lo que ocurre es que pone una enorme presión sobre el árbitro. Cada vez que va al suelo tienes a 40.000 aficionados echándose encima del árbitro y eso no está bien", afirmó Pulis.
El técnico del Liverpool, Brendan Rodgers, salió por su parte a defender a su jugador: "En este momento parece que hay unas reglas para Luis y otras para el resto de futbolistas", consideró.
"La simulación de faltas es, obviamente, un problema amplio en el fútbol. Todos estamos de acuerdo en que hay que erradicar esa actitud, pero hubo otros incidentes este fin de semana y parece que no se les ha dedicado la misma atención", opinó Rodgers.
Tras siete jornadas de la liga inglesa, el Liverpool atraviesa una situación complicada, al estar situado en la posición número catorce con seis puntos, tres por encima de los puestos de descenso.