El técnico portugués llegó al Real Madrid hace dos temporadas y desde entonces consiguió una Copa del Rey, una Liga y alcanzó en dos ocasiones consecutivas las semifinales de la Liga de Campeones. Su gestión ha gustado en el Real Madrid, que le decidió renovar al entrenador merengue.
El preparador portugués llegó a la entidad que preside Florentino Pérez el 28 de mayo de 2010 procedente del Inter de Milán italiano. Aquel día se hizo oficial su fichaje por cuatro temporadas, hasta la 2013/2014. Dos después, decidió ampliar su relación con el Real Madrid hasta el curso 2015/16. Si cumple todo el contrato, Mourinho estará seis temporadas al frente del Real Madrid.
Será un proyecto a largo plazo. Hasta el momento, el último técnico que ha aguantado seis campañas consecutivas al frente del conjunto de Chamartín ha sido Miguel Muñoz, que dirigió al club entre 1960 y 1974, sumando un total de 13 años y cuatro meses al frente del Real Madrid.
El actual seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, es el último técnico que aguantó más de dos temporadas en el banquillo blanco. El salmantino estuvo en el cargo entre los cursos 1999/00 y 2002/03. Mourinho aún tiene que cumplir dos temporadas más para igualar al técnico de "la roja". Si cumple su nuevo contrato integro, se convertirá en el técnico que ha estado en el cargo más tiempo en las últimas décadas.
Publicidad
De momento, su legado en el club, en sólo dos años, será recordado por dos títulos, la Copa de la temporada pasada y la Liga de la que acaba de finalizar. El club quiere que ese número de trofeos sea ampliado. Por eso, ha confiado en el portugués para liderar un proyecto a largo plazo que se mantenga en el tiempo.
No en vano, Mourinho, desde que llegó al Real Madrid, ha ido acaparando más poder. Pasó de ser el técnico de la primera plantilla a sumar el cargo de "manager" que ejerció en su primera temporada Jorge Valdano. Sin el argentino en el cargo, el 23 de julio de 2011 el luso ocupó su lugar y se convirtió en el tercero en la jerarquía en la toma de decisiones por detrás de Florentino Pérez y del director general José Ángel Sánchez.
Publicidad
Ahora, casi un año después de aquello, Mourinho ha convencido pese a alguna de sus actitudes en los terrenos de juego y en las salas de prensa. Todavía son recordadas algunas de sus acciones, como cuando en la vuelta de la Supercopa de España de este año disputada en el Camp Nou metió el dedo en el ojo del entonces segundo entrenador del Barcelona, Tito Vilanova.
Tampoco se olvidarán las declaraciones posteriores al duelo de ida de las semifinales de la Liga de Campeones de la temporada pasada ante el Barcelona, cuando acusó a su rival y a su técnico, Pep Guardiola, de recibir un supuesto trato de favor de la UEFA. Por esas palabras, fue sancionado con cinco partidos y 50.000 euros de multa.
La prensa tampoco se ha librado de sus ataques. De llamar "hipócrita" a un periodista pasó, en el curso que terminó este mes, ha aplicar la ley del silencio tras un mal resultado ante el Villarreal. Durante un tiempo, ningún jugador habló con los medios de comunicación. Sólo obligado por la UEFA, en la previa de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich, pudo romper el silencio del portugués y de un futbolista. Después, con las victorias, se volvió a la normalidad.
Son actitudes posiblemente criticables que no han primado a la hora de aumentar el contrato de Mourinho en el Real Madrid. Al final, han sido los resultados deportivos los que han convencido al club blanco para mantener en el cargo a un entrenador polémico pero muy efectivo.
Publicidad
Y es que los números avalan a Mourinho. La última Liga que ha ganado el Real Madrid, la trigésimo segunda, la consiguió sumando cien puntos, récord absoluto en toda la historia del campeonato. Además, con 16, ha logrado la mejor marca de victorias fuera del Bernabéu. También ha dirigido más remontadas que nadie (nueve) y alcanzó la cifra nunca vista de 121 goles en un mismo curso. Datos suficientes para ampliar su contrato. Hay Mourinho para rato.