En el United, el emblemático delantero de 30 años no es titular indiscutible. Y en la selección inglesa ha vivido dos partidos difíciles la semana pasada, con silbidos en Wembley en la victoria contra Malta (2-0) y un simple papel de suplente contra Eslovenia (0-0), obligándole a ceder su brazalete de capitán a Jordan Henderson.
José Mourinho quiso desminar el terreno ante un recibimiento que podría ser de nuevo duro en Anfield, sobre todo cuando Rooney comenzó su carrera en el Everton, el otro club de Liverpool.
En su último partido de liga contra el Stoke City, "no fue silbado por los aficionados del Mánchester United. Para ser honesto, cuando estaba en el calentamiento, sentí todo Old Trafford que lo respaldaba", señaló Mourinho.
"Pienso que se siente en casa en el Mánchester United, siente el respeto que se merece. No en Anfield, naturalmente, pero aquí sabe que es respetado", añadió el portugués.
Publicidad