Este miércoles, tras conocerse la decisión, resaltó que si él hubiera cometido esa acción, no habría vuelto "a un banquillo".
"Estoy contento que le hayan quitado la tarjeta porque me gustan los jugadores en el campo. Me gustan los mejores en el césped y Cani es un jugador importante para el Villarreal. Por mí, ningún problema que no esté sancionado. No pasa nada", dijo.
"Pero si es un jugador mío el que tira una botella al contrario, le meten tres meses. Si lo hago yo, no vuelvo a un banquillo. No pasa nada, la botella era de plástico y no tenía casi agua. Ha sido un gesto de alguien más que piensa que todo lo que hago yo tiene una connotación negativa", añadió.