Todavía no me quiero pronunciar de este Millonarios 2014 en la cancha. Estoy dentro del margen de espera. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Fuera por el rendimiento en la cancha vaya y venga, pero nuestro amado Millonarios pareciera estar conminado a aparecer en titulares y comentarios de calle por asuntos diferentes a lo deportivo. Millonarios genera un efecto noticioso dado el tamaño de su hinchada en todo el país y es así como cualquier movimiento desafortunado se convierte en polémica de días. Tenemos la característica de llevar a primeras páginas de medios colombianos influyentes situaciones que algunas veces pasan por un resultado, por una victoria de visitante, por una victoria contundente en casa; pero otras veces esa exposición mediática llega por cuenta de asuntos lejanos a la cancha. Todo pasa por el liderazgo. Quiero decir, me preocupa que la manija de Millonarios desde la propia junta directiva, el presidente de esa junta actual (Julio César Ortiz) y el nuevo presidente Juan Carlos Saldarriaga (¿cuándo nos hará el honor de aparecer en un medio que no sea la propia página web del equipo?), no correspondan con el compromiso que representa llevarnos a lo más alto para que se hable de nuestro buen fútbol y no de otras cosas. Que pasemos de ser propiedad de un mafioso asesino como Rodriguez Gacha, pasando por unos cometeros y saqueadores descarados durante 22 años para llegar finalmente a un delincuente especulador de bolsa como Juan Carlos Ortiz, es aburridor: (http://www.semana.com/opinion/articulo/maria-jimena-duzan-el-crimen-de-cuello-blanco-si-paga-i/370458-3 ):
Que la reparación de las víctimas de Interbolsa pase necesariamente por la entrega de las acciones de Ortiz y su familia (ojo al eufemismo, en realidad son testaferros), pone el nombre de la institución en un plano poco agradable. Y peor aún, que la futura (?) venta de esas acciones por parte de Supersociedades potencie la toma del poder accionario por parte de un personaje no muy bien parado como Gustavo Serpa, llama la atención para mal en nuestro equipo. (http://www.elespectador.com/noticias/investigacion/articulo-378316-estrellas-de-millonarios ):
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Que a inicios de temporada (2013, 2014) la gestión de refuerzos en Millonarios resulte una espesa sopa de lentejas, también lo es. Que los efectos del Millos de los 90s todavía se sientan en las demandas de los anteriores dueños contra Azul y Blanco S.A., también lo es.
Que Darwin Andrade recién llegado como refuerzo para el lateral izquierdo con contrato firmado de repente se desaparezca del horizonte, también lo es. Que nos enteremos que Fabián Vargas firmó por un año con Millonarios pero con una cláusula de salida si le sale una mejor posibilidad, también lo es. Que el nuevo DT Juan Manuel Lillo insista en traer a un costo – seguramente – muy alto a perfectos desconocidos para el equipo resulta sospechoso y, claro, perturbador. Que retornen dos jugadores que fracasaron en un fútbol más competitivo como la Liga Mexicana (Omar Vásquez y Oswaldo Henríquez) y que sean presentados alegremente como refuerzos, además de perturbador es para que suenen carcajadas. Que no se diga oficialmente cuál fue el monto a favor de Millonarios por la venta de Erick Moreno al Sporting Braga, es sospechoso y pone a funcionar el radio pasillo. ------------------ Todo esto, genera ruido mediático innecesario y desgastante para los hinchas, jugadores, cuerpo técnico y los propios directivos. NO TENEMOS TRANQUILIDAD. El balance general de nuestra historia reciente es que parecemos manejados por nuestros peores enemigos deportivos y que nos lleva a ser odiados y ridiculizados hasta el hazmerreir. Millonarios debe estar para que se hable de su fútbol, de sus triunfos claros y contundentes, del gran rendimiento de jugadores de la cantera, del acierto en los refuerzos traídos, del incremento de los abonados por cuenta de su regularidad en los campeonatos, de tener el mejor promedio de asistencia. Es decir, hablar de su grandeza mantenida día a día, partido a partido, campeonato a campeonato, título a título. Pd: Profesor Lillo: el partido Vs Equidad en El Campín fue una sola agonía.