Palermo fue la máxima atracción del encuentro que terminó 1-1.
El colorido y el entusiasmo de los aficionados en los graderíos convirtió en una fiesta el partido que convocó a tanto público como el clásico Boca-River disputado el 15 de mayo pasado, que el conjunto local ganó por 2-0 con un gol de cabeza del mismo Palermo.
Ante el Banfield, partido en el que el máximo goleador de la historia boquense tuvo al menos dos oportunidades para anotar, abrió el marcador el juvenil Nicolás Colazo (m.47) y el equipo del sur del Gran Buenos Aires igualó por intermedio de Facundo Ferreyra (m.83).
El árbitro anuló una jugada en la que el paraguayo Jorge Achucarro marcó para el Banfield a los 88 minutos, por fuera de juego, y todos los intentos de Palermo por conseguir la victoria fueron infructuosos.
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Su récord como máximo realizador en 'La Bombonera' quedó en 129 tantos y la marca como quinto goleador histórico de Argentina en torneos oficiales en 227.
"Este momento es único. Me voy más que feliz. Nunca pensé que iba a recibir de parte de la gente una demostración de cariño como ésta. Es muy duro dejar el fútbol, pero ya estaba decidido. Esta semana me voy a preparar para jugar el próximo fin de semana mi último partido, contra Gimnasia y Esgrima", dijo el futbolista entre sollozos al terminar el partido.
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De Martín Palermo hablarán toda la vida los boquenses, como hasta ahora lo hicieron de Pancho Varallo, Roberto Cherro, Antonio Rattin, Ángel Rojas y Diego Maradona, los grandes ídolos en la centenaria historia del equipo.
'El Titán' jugó 403 partidos con la camiseta que los fundadores del club decidieron que fuera azul y amarilla, como la bandera de un bardo sueco que vieron amarrado en el riachuelo de La Boca, una tarde en la que jugaban al fútbol en la calle.
Procedente del Estudiantes de La Plata, Palermo fue fichado en 1997, ganó con el equipo boquense 14 títulos de campeón (seis ligas y ocho internacionales) y es el máximo goleador de su historia con 227 goles en los torneos oficiales de la AFA.
Debutó cuando Maradona cumplía el último tramo de su carrera como futbolista, el 14 de septiembre ante el Newell's Old Boys, y marcó su primer gol dos semanas después frente al Independiente de Avellaneda.
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El primero de sus títulos lo obtuvo en el torneo Apertura de 1998, en el que marcó 20 goles en 19 partidos, récord de los torneos "cortos" (dos por temporada), modalidad impuesta en 1990.
Entre los numerosos hechos curiosos interpretados como "heroicos" por la afición, Palermo marcó su gol número 100 en la Primera División ante Colón, en la ciudad de Santa Fe, minutos después de haberse roto los ligamentos cruzados de la rodilla derecha, y ganó el Boca por 1-2.
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Tras su recuperación regresó a la actividad en mayo de 2000 ante el River Plate en los cuartos de final de la Copa Libertadores, en 'La Bombonera' y marcó el tercer tanto de su equipo (3-0) para un triunfo que le clasificó finalista de ese torneo.
Antes del partido el entrenador Carlos Bianchi había deslizado que Palermo estaba en condiciones de jugar, y el del River Plate, Américo Gallego, disparó: "si Bianchi hace jugar a Palermo, yo pongo en el equipo a (Enzo) Francescoli", el uruguayo que se había retirado en 1997.
El 'Tolo' Gallego, identificado con el River Plate desde su época de futbolista, se arrepintió siempre de su fallida humorada.
La obra cumbre de Palermo se produjo en Japón en noviembre de 2000, cuando en menos de lo que canta un gallo marcó dos goles a Iker Casillas y dio la victoria al Boca frente al Real Madrid (2-1) en Tokio, en la final de la Copa Intercontinental.
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Hasta 2004 jugó en los españoles Villarreal, Betis y Alavés. Regresó al Boca Juniors y con Alfio Basile como entrenador logró cinco títulos consecutivos.
El portero Oscar Ustari, actualmente en el Getafe, difícilmente olvide el gol que le marcó Palermo en un Boca-Independiente (3-1) disputado en 2007. El goleador recuperó un balón casi en la mitad del campo, remató desde 61 metros de distancia y 'La Bombonera' vibró con las expresiones de entusiasmo del público.
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Otra hazaña clamorosa lo tuvo como protagonista en 2009, ante el Vélez Sarsfield, cuando marcó un gol con un cabezazo desde 40 metros en la portería de Germán Montoya, y los boquenses ganaron por 3-2 en un partido de Liga.
Y si algo quedaba para sellar su marca boquense, en Sudáfrica 2010 marcó con la selección argentina un gol ante Grecia, el primero de un futbolista del Boca Juniors en un Mundial en 80 años.