El jugador había sido denunciado por una pareja suya con la que, al parecer, había estado en la noche del lunes por algunos locales de la capital andaluza, y a la que, según la denuncia, "había agredido físicamente".
Rubén Castro prestó declaración en la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, dependencia policial a la que fue trasladado una vez acabado los entrenamientos de la plantilla verdiblanca.
Tras prestar declaración, el jugador quedó en los calabozos de las dependencias policiales, a la espera de pasar a disposición judicial, en las primeras de la tarde.
La denuncia contra el jugador canario se debe "en principio, por un presunto delito de violencia de género, por una persona que, al parecer, es o fue pareja suya", según las mismas fuentes.
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El Betis informó que no sabe "de qué se le acusa" a Rubén Castro y que antepone y defiende "su presunción de inocencia".
"El club se está ocupando de ello, por ser jugador del Betis, y cuenta ya con la asistencia letrada de una abogada por parte de la entidad", aseguró un responsable del gabinete de prensa.
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