El cuadro ruso, campeón universal en 2011 y 2013, se impuso por un contundente 5-2 al conjunto italiano, al que desarboló desde el principio.
Los goles de Shaikov (m.4), Peremitin (m.11 y 14), Romanov (m.12) y Paporotnyi (m.19) sentenciaron el duelo por el bronce a favor del conjunto dirigido por Mikhail Likhachev, que logró el tercer podio mundial consecutivo.
Italia, víctima en la semifinal de la sorprendente Tahití, tan solo pudo maquillar el resultado con las dianas de Palmacci (m.26) y Marinai (m.33).