Luego del triunfo del Inter en casa del Torino (0-1), Fiorentina se jugaba mantenerse de líder en Génova, por aquello de la diferencia de goles. Precisaba ganar al Sampdoria de Walter Zenga, y lo hizo con mando y criterio.
Puso el mejor fútbol, las mejores ocasiones, y se adelantó pronto en el marcador con una pena máxima anotada por Ilicic (m.10). Ello le dio más tranquilidad y poso, ante un rival al que supo controlar. Luego, en la segunda parte, mató al rival con el 0-2 (m.59) obra de Kalinic. Se llevó los tres puntos y se mantiene líder.
Poco antes, un gol del argentino Gonzalo Higuaín (m.53) dio el triunfo casero al Nápoles sobre el Udinese (1-0), lo que mantiene al equipo napolitano cuarto, a dos puntos de los colíderes.