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Domenico Berardi, de 19 años, jugador fichado este mismo verano por el Juventus Turín y dejado cedido otra temporada más en el Sassuolo, se bastó y sobró para sacar los colores a un Milan muy plano y llevó al éxtasis a una localidad modenesa de apenas 40.000 habitantes.
Y eso que las cosas se pusieron muy pronto en favor de un Milan que se adelantó rápido con tantos del brasileño Robinho (m.9) y del Mario Balotelli (m.13), haciendo presagiar incluso una goleada del equipo milanista.
Pero quien estuvo cerca de ser goleado fue el Milan de un Massimiliano Allegri que ya anunció en la pasada navidad que dejaba el equipo al final de la presente temporada. De seguir así las cosas, quizás su salida sea antes de esa fecha.
La puntilla, quizás, se la puede haber dado el joven Berardi, autor de cuatro goles (m.15, 28, 41, 47) y que ya suma 11 tantos en la presente campaña.
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Al margen de los goles de Berardi, lo más triste para los seguidores milanistas es haber visto un equipo sin rumbo, con un Kaká perdido, a merced de su modesto rival y sin reacción con el 4-2 en el marcador y casi todo el segundo tiempo por delante.
La entrada del nuevo fichaje japonés Honda (m.65), que sustituyó a Robinho y envió un remate al palo (m.84), aportó algo más de calidad y su equipo, ya con Berardi sustituido, acortó distancias con Montolivo (m.85) y pudo, incluso, llevarse el empate tres minutos después en remate a bocajarro de Pazzini que se fue al larguero.
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Hubiera sido un injusto castigo para el Sassuolo, que pecó de encerrarse demasiado el último cuarto de hora.
Al final, los tres puntos fueron para el equipo emiliano, que asciende a la decimosexta plaza; mientras el Milan sigue undécimo, pero a 30 puntos del líder Juventus Turín, a 20 de la zona Liga de Campeones y a sólo seis del descenso.
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