Por donde se le mire es lamentable: Junior, el equipo que hace poco más de tres meses daba una emotiva vuelta olímpica y se coronaba como campeón de Colombia, fue eliminado anticipadamente de la Copa Libertadores tras perder 2-1 en La Paz con Bolívar y completar un sombrío panorama de un punto en cuatro encuentros.
Claro, quedan dos juegos. Falta que el Tiburón reciba a Unión Española y Universidad Católica, pero si les gana apenas alcanzará 7 unidades, las mismas que hoy en día tienen los hispanos de Chile (con sólo tres partidos) y la academia paceña. Con un empate de estos dos en su próximo partido, Junior ya estará eliminado, eso sin contar con que el real embrollo del asunto, más que depender de demasiados resultados ajenos, está en ganar sus partidos, algo que Junior no ha podido hacer en toda la Copa.
El partido en el Hernando Siles fue el reflejo de una campaña mediocre en donde el equipo tuvo serios problemas para anotar goles, lío que también lo acompaña en el torneo local, en donde sólo el viernes pasado logró anotar más de dos goles en un juego (el 3-1 sobre Chicó) , pero sobre todo para generar juego.
Porque si bien terminó asustando a Bolívar con varios hombres en el área del arquero Marcos Argüello, Junior nunca se vio en condiciones de ganar el juego: la pelota fue de Bolívar, las opciones fueron de Bolívar (que de no ser por una noche tremenda de Sebastián Viera y un palo en el minuto 92 bien habría podido golear) y sólo ese zapatazo espectacular de Luis Carlos Ruiz al minuto 68 pareció igualar un juego que nunca estuvo parejo.
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Porque si lo del Metropolitano, en donde Bolívar ganó 0-1 y sentenció la suerte de Junior, fue una tremenda muestra de desidia por parte del conjunto que aún dirige 'Cheché' Hernández (al menos hasta que Junior pise suelo colombiano), lo del Hernando Siles fue una triste muestra de impotencia.
Claro, pasar de Barranquilla a La Paz es duro, pero el partido estuvo mal planteado y los jugadores lo ejecutaron mal: no hubo recuperación, no hubo despliegue ofensivo (con excepción de Balanta, que peleó solo hasta que los pulmones le dieron), no hubo una presencia que complicara a la defensa local (el gol de Ruiz no oculta que él no es un 9, ni siquiera un 11, y que improvisarlo en ese puesto fue un error) y ni siquiera hubo solidez defensiva: Bolívar remató a placer de media distancia, centró desde los costados cada vez que quiso, cabeceó muchas veces... que Viera impidió una goleada, como ya se dijo, es otra cosa.
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Eso sí, Junior sufrió una derrota gracias a dos verdaderos golazos: Lorgio Alvarez lanzó un misil teledirigido al ángulosuperior derecho del arco juniorista al minuto 30, y diez minutos después Jhosmany Campos, en un tiro libre, hizo lo mismo en el lado contrario.
Pero no es excusa: Junior se reforzó mal (culpa de los dirigentes y el técnico), se paró mal (responsabilidad del DT) y no tuvo ni el espíritu copero ni los cojones de pelear por un lugar en los octavos de final (hay que señalar a los jugadores).
Es lamentable, por donde se le mire: el campeón de Colombia no seguirá en la Copa. Y pensar que con el sorteo inicial todos sus hinchas se hicieron tantas ilusiones...
Vea acá todas las estadísticas del juego.
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