La noticia, por supuesto, es que el Director Técnico y de Desarrollo de la Federación Colombiana de Fútbol renuncia para asumir la dirección técnica del Deportivo Cali. La pregunta es: ¿alguien de verdad sabe cuál es el trabajo del personaje que ostenta ese cargo? Porque Julio Comesaña reemplazó a Francisco Maturana en un puesto que muchos llaman equivocádamente 'Manager' y, hasta la fecha, nadie explica en qué consiste. Es más, creo que ni en Colfútbol saben de qué se trata... Vamos a partir de un hecho: los dirigentes de la Federación nombraron a Maturana y luego a Comesaña no por una convicción en su cargo, sino porque la Fifa se los exigió. Desde el 2009 la máxima autoridad del fútbol en el planeta le apostó a un plan para mejorar las condiciones de todas las federaciones y así poder hacer más competitivo el deporte y darle un plus el espectáculo. El nombre es Programa de Asistencia Financiera (FAP, por su sigla en inglés) y consiste en que anualmente la FIFA le da una buena cantidad de plata a cada federación para que le apueste al desarrollo. Ahora, la palabra "desarrollo" en términos FIFA quiere decir cubrir las "necesidades del juego" (fútbol juvenil y desarrollo del fútbol base; competiciones y campeonatos masculinos (p. ej. competiciones nacionales e internacionales); desarrollo del fútbol femenino; desarrollo técnico (p. ej. programas educativos); arbitraje; medicina deportiva (p. ej. prevención); futsal / fútbol playa) y cubrir las "necesidades funcionales" (planificación y administración; gestión de eventos (p. ej. organización de competiciones internacionales); mercadotecnia y comunicaciones; infraestructura (p. ej. centros de formación); otros (p. ej. fútbol de clubes, liquidación de cuentas de la FIFA, honorarios por auditorías)). Más allá de que uno se pueda preguntar qué es lo que hace Colfútbol con la plata que supuestamente está destinada para mejorar el arbitraje (y pensar en Alvarito González ahí metido es lo primero que se me pasa por la cabeza) y para la capacitación de entrenadores y demás, según el reglamento de este programa, "Las asociaciones miembro de la FIFA tienen derecho a recibir los fondos del FAP siempre y cuando contraten a un director técnico y de desarrollo que se encargue de los programas juveniles y de desarrollo", y esto, en plata blanca, significa que en el 2010 la cuenta de la Federación recibió US$550.000 por obra y gracia de este programa, el cual dejó en el 2011 un bono por nación de US$300.000. Por supuesto, la FIFA plantea unas auditorias y le exije a las federaciones que le demuestren qué se está haciendo con ese cojonal de dinero (de ahí que llevaran al pobre José Pékerman a una obra que supuestamente va a ser la sede de las selecciones Colombia, le pusieran un casco y le tomaran una foto), pero en últimas el FAP -y no soy el primero que lo dice- es la forma en la que Sepp Blatter se ha asegurado los votos de todos los dirigentes nacionales para perpetuarse en la cabeza de la organización multinacional más grande del planeta. Ahora que ya sabemos por qué existe un Director Técnico y de Desarrollo en la Federación Colombiana de Fútbol (por plata), es que se empieza a entender por qué el cargo no ha tenido mayor trascendencia. Maturana poco hizo. Teniendo todo el prestigio internacional y la experiencia para lograr muchas cosas, apenas figuró al lado de Bolillo en las giras (por España o en la Copa América) y dejó a su suerte a las selecciones menores y femeninas. Tanto así, que hace más o menos un año, cuando el entonces técnico de la Sub-20 Eduardo Lara entró en crisis y la Federación decidió mantenerlo en su cargo porque no había a quién más nombrar, el que terminó respaldando a Lara en su camino hacia el Mundial Juvenil fue Gómez y no Maturana que, apenas cayó Bolillo por el escándalo de agresión, fue el primero en abandonar el barco rumbo a Arabia Saudí en donde firmó un jugoso contrato. Ahí apareció Comesaña y un error más en la gestión del actual comité ejecutivo de la Federación: tuvo al uruguayo como candidato a la dirección técnica de la Selección pero nombró a Leonel Alvarez y, como se había quedado sin Director Técnico y de Desarrollo, y por tanto sin el desembolso de la FIFA, terminó imponiéndole al debutante seleccionador a Julio quien, de paso, le podía servir para reemplazar a Maturana. Comesaña llegó a la Federación como asistente de Leonel y al mismo tiempo como Director Técnico y de Desarrollo: era a la vez subalterno del técnico, pero su jefe... este error táctico de parte de los dirigentes, que no podemos olvidar con el nombramiento del Pékerman y el buen sabor que dejó el más reciente amistoso contra México, fue en buena parte el responsable de los tropiezos que tuvo Alvarez como cabeza de la Selección y el primer paso para su salida. Ahora hablemos de lo que hizo Comesaña que, aparte de ese embrollo de asistente/asesor, parte y juez del trabajo del cuerpo técnico de Leonel, estuvo solucionando una crisis al interior de la selección femenina Sub-20 y fue definitivo para la llegada de Piscis Restrepo a la Sub-20 y el ascenso de Harold Rivera de la Sub-15 a la Sub-17, pero que nunca llegó a sentirse cómodo en su cargo de Director Técnico y de Desarrollo porque, en últimas, nunca le dejaron claro qué era lo que tenía que hacer. Por eso, porque se cansó de que lo ningunearan en la Federación (esta es la hora en que no ha hablado con Pékerman, según contó en una entrevista radial), de que tomaran decisiones sin consultarle cuando para eso lo nombraron, de tener una oficina a la cual le dieron permiso de no ir (¿?) y, sobre todo, gracias a que en el Cali le ofrecieron trabajo, Comesaña se va. Vamos a ver quién es su reemplazo, cuál es su perfil y qué lo va a poner a hacer la Federación. Así sabremos si lo del Director Técnico y de Desarrollo va en serio o es sólo una figura para asegurarse una buena platica de la FIFA... Si quiere que lo discutamos, estoy en Twitter: http://twitter.com/PinoCalad
Actualizado: enero 25, 2017 12:07 p. m.