Este lunes, la policía de Milán detuvo a Marco Piovella, considerado uno de los jefes de los ultras (barra brava) del cuadro ‘neroazzurro’; todo por los desmanes que hubo en el partido contra Nápoles, en los que murió atropellado un hincha rival.
Piovella, nacido en Varese (norte) en 1984, es apodado "Il rosso" (El rojo) y las autoridades le consideran uno de los líderes de los "Boys S.A.N", grupo ultra de la curva norte milanesa, informaron los medios locales.
El pasado 29 de diciembre había acudido a declarar por los hechos del pasado miércoles, pues había sido acusado como "inspirador" de la reyerta por uno de los otros tres ultras arrestados, Luca Da Ros.
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Los investigadores consideran que Piovella participó activamente en los disturbios contra la hinchada del Nápoles en los aledaños del estadio Meazza de Milán, en los que murió atropellado el "tifoso" Daniele Belardinelli, de 35 años.
Sin embargo esto no implica que fuera Piovella quien condujera el vehículo con el que se perpetró el atropello.
El juez que ha ordenado su detención, Guido Salvini, cree sin embargo que ejerce un "poder de influencia" entre el resto de ultras y "es capaz de condicionar las declaraciones de quienes sean convocados" por las autoridades que investigan estos sucesos, según recogen los medios.
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En los altercados además hubo cuatro heridos leves por arma blanca y las tensiones prosiguieron dentro del estadio, donde los aficionados del Inter insultaron a los jugadores del Nápoles de raza negra, especialmente al defensa franco-senegalés Kalidou Koulibaly.