Los sevillistas, con el 3-0 de la ida, afrontaron el partido con muchas garantías. Pocos problemas tuvo en Florencia para dominar a un rival que cuando pudo ver puerta se encontró con Sergio Rico, un meta de 21 años formado en la cantera que desesperó en momentos puntuales a sus adversarios.
Salió el equipo español, en el día en el que se cumplía un año de ganar su tercer trofeo de campeón de este torneo en Turín ante el Benfica de Lisboa, con la intención de no dejarse amedrentar en el previsible empuje del equipo local, alentado por una afición que se había ilusionado con la remontada de una semifinal que se había puesto muy difícil hace una semana en el estadio Sánchez Pizjuán.
Así, el técnico sevillista, Unai Emery, sacó a cuatro jugadores de carácter creativo, como Aleix Vidal, Víctor Manchín 'Vitolo', el argentino Éver Banega y el colombiano Carlos Bacca, para acercarse a la meta defendida por el brasileño Norberto Murara 'Neto'.
Esa idea se vio solo en el arranque del partido, porque pronto la formación 'viola' empezó a hacerse dueño del balón.
El entrenador de la 'Fiore', Vicenzo Montella, sorprendió con la alineación como hombre más adelantado de Josip Ilicic, aunque el esloveno es el futbolista que en las últimas semanas más olfato de gol ha tenido en el conjunto de Florencia.
Pronto los italianos tomaron el control del balón y del terreno ante un rival que se dejó dominar, lo que motivó que el Fiorentina pusiera en los primeros apuros a su adversario.
El equipo de Montella tuvo una clarísima ocasión para abrir el marcador y el camino de la esperanza, pero un remate a bocajarro de cabeza del central argentino Gonzalo Rodríguez tuvo la milagrosa respuesta del meta Sergio Rico, rebasado el cuarto de hora de juego.
Ese susto que le entró en el cuerpo a los sevillistas les hizo reaccionar y estirarse otra vez, hasta el punto que una falta lateral fue bien resuelta y culminada por Bacca en el 0-1 a los 22 minutos.
El tanto del colombiano, que suma esta temporada veintiséis tantos entre todas las competiciones, dejó la final de Varsovia cerrada y más cuando cuatro minutos después el central portugués Daniel Carriço puso el segundo en otra buena estrategia y también con la pasividad en la defensa italiana.
El Fiorentina tenía ya que marcar seis goles y ello parecía imposible en un equipo que hasta la conclusión de la primera mitad apareció poco y cuando lo hizo volvió a encontrarse con Sergio Rico, como a la media hora en un fuerte remate del chileno David Pizarro.
El control de los hispalense fue casi total hasta el descanso e incluso el lateral derecho Jorge Andújar 'Coke' tuvo una clara para poner el 0-3.
En la segunda parte ya se esperaba poco del partido, solo las intenciones del Fiorentina por maquillar algo el resultado, aunque otra vez apareció pronto Sergio Rico, con dos intervenciones en la misma jugada, ante los intentos del delantero egipcio Mohamed Salah.
El Sevilla, sin Benega ya en el campo al tener una tarjeta y después de hacer una muy buena primera parte, se dedicó a que pasara el tiempo sin demasiados sobresaltos.
Este nuevo susto para los de Emery llegó a los 66 minutos, cuando el centrocampista polaco Gregory Krychowiak le hizo un penalti a Pizarro, aunque no era la noche de los italianos e Ilicic lanzó la falta muy mal y el balón se le fue alto.
Con los aficionados florentinos abandonado las gradas, transcurrió un encuentro en el que los dos contendientes buscaron los vestuarios para pensar en otras cosas.
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