Aunque muchas rusas son felices cuando les ‘echan flores’, reconocen que no es común escuchar ese tipo de expresiones en las calles.
En cambio, advierten que en algunos casos se es permisivo con la violencia doméstica. “Pegarle a una mujer no siempre es un delito”, dice una de ellas.
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Con todo y su fama de serios, los rusos también tienen sus agüeros