El organismo internacional no ha podido organizar en el país africano unas jornadas de similares características desde 1986 y, después de 27 años, hoy ha concluido en el estadio Banadir de Mogadiscio un curso que, desde entonces, por motivos de seguridad, siempre se había desarrollado en países vecinos.
"Ha sido una gran plataforma de lanzamiento para una nueva generación de somalíes, y un gran paso adelante en la normalización del deporte rey en nuestro país. La seguridad en Somalia está mejorando, y tenemos fe en nuestra capacidad para salir adelante", aseguró en la web oficial de la FIFA Abdiqani Said Arab, secretario general de la Asociación Somalí de Fútbol (SFF).
Durante cinco días, un total de 31 entrenadores nacionales asistieron al programa pionero en Somalia, en el que recibieron un plan intensivo de capacitación teórica y práctica en los ámbitos del entrenamiento y organización futbolística.
En la última jornada, cerca de 300 niños protagonizaron la sesión conclusiva de trabajo. Pusieron el punto final a las clases y ahora se espera que los entrenadores apliquen sus conocimientos recién adquiridos en escuelas, clubes y academias del país.
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"El curso está diseñado para implantar el fútbol desde los cimientos en Somalia. La SFF ha hecho una labor excelente y, si continuamos realizando las actividades de fútbol base, estoy convencido de que este deporte experimentará grandes avances en el país", aseguró Ulric Mathiot, el instructor de la FIFA encargado de coordinar el taller de cinco días en Mogadiscio.
Desde 1991 Somalia padece una Guerra Civil intermitente que ha ido desgastando al país. En cambio, el fútbol siempre ha desempeñado un papel relevante en el Cuerno de África: "En los últimos años, se ha convertido en una herramienta clave en nuestro país, en la medida en que ha alejado a los jóvenes somalíes de la guerra y ha contribuido a la paz", afirmó el director técnico de la SFF, Ali Ahmed.
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Sin embargo, los intentos de la FIFA por asentar el fútbol en Somalia ha estado lleno de obstáculos a lo largo de los años. En 2006, el estadio Banadir fue reformado con la instalación de tribunas y hierba artificial, pero posteriormente sufrieron severos daños durante el enfrentamiento armado.
El otro gran recinto deportivo del país, el estadio de Mogadiscio, está actualmente ocupado por la Misión de la Unión Africana en Somalia. La inseguridad y la falta de un buen campo de fútbol han impedido que se dispute en Somalia un encuentro de clasificación para un Mundial desde 1980.
Tras la destrucción parcial del estadio Banadir, la FIFA volverá a rehabilitar el campo artificial y las gradas para que la federación somalí pueda utilizar el campo para iniciar el 5 de septiembre una Liga de Fútbol profesional.
"La reconstrucción del estadio Banadir ha sido esencial, pues nos proporcionará el sitio adecuado para disputar los partidos con regularidad, y será un activo fundamental para nuestra estrategia general", finalizó el secretario general de la SFF, Abdiqani Said Arab.
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Los nuevos cursos de formación ya finalizados, sumados a la remodelación del estadio Banadir, son una pequeña luz al final de un túnel muy largo y oscuro que parece cerrarse con nuevos proyectos que, de momento, han creado un hilo de esperanza para que poco a poco vaya olvidándose una de las guerras más cruentas de África.