Esta semana River y Boca volverán a cruzarse en una instancia de eliminación directa en un torneo continental. Los dos equipos más importantes de Argentina deberán enfrentarse en los octavos de final de la Copa Libertadores, producto de la gran campaña de los ‘xeneizes’ y de la flojísima primera rueda que realizaron los ‘millonarios’, ya que Boca fue el mejor equipo del torneo en la fase de grupos, mientras que River fue el peor segundo.
El año pasado también se habían encontrado, pero en las semifinales de la Copa Sudamericana. En ese momento, los papeles estaban trocados. River venía imparable y Boca estaba en plena reconstrucción de la mano del ‘Vasco’ Arruabarrena después de una irregular campaña con Carlos Bianchi al frente. Sin embargo, la historia de los Superclásicos a nivel internacional comenzó en la década de los 60’s. Jugaron en 1966, 1970, 1977, 1978, 1982, 1986, 1991 y 1994 sin presencia colombiana. Pero a partir del año 2000, los futbolistas de nuestro país comenzaron a ser protagonistas. Copa Libertadores 2000 17 de mayo de 2000. Cuartos de final de ida de la Copa Libertadores. River recibía a Boca. Cuatro colombianos en la cancha, la mayoría en posiciones defensivas. Óscar Córdoba era el arquero de los visitantes y Jorge Bermúdez era defensa central. En el cuadro de Núñez, Mario Alberto Yepes, era el encargado de contener a Juan Román Riquelme y al ‘Chelo’ Delgado. Pero falta uno. El más importante de esa noche. Juan Pablo Ángel. El delantero antioqueño, que conformaba un tridente con un poder ofensivo tremendo junto a Pablo Aimar y Javier Saviola,fue el encargado de abrir la cuenta para River en ese compromiso, que terminó ganando 2-1.
No obstante, en la vuelta, el tanto de Ángel no sirvió para nada. Con los mismos cuatro colombianos en la cancha, Boca se llevó un triunfo por 3 a 0 y clasificó a la semifinal. Ese 24 de mayo de 2000 es considerado uno de los días más gloriosos de la historia del equipo azul y oro por dos motivos: 1) La vuelta de Martín Palermo con gol al minuto 94 , quien regresaba a las canchas después de seis meses sin jugar por una rotura de ligamentos cruzados en su rodilla derecha. 2) Un recuerdo no muy grato para uno de los máximos ídolos de la historia del balompié en Colombia:el túnel de Riquelme a Yepes , una verdadera obra de arte futbolera. Copa Libertadores 2004 En 2004, Boca y River se volvieron a enfrentar otra vez en la Libertadores, pero en esta ocasión en las semifinales. Fabián Vargas era uno de los pilares del equipo de Carlos Bianchi, después de haber llegado al club junto a Luis Amaranto Perea por las excelentes campañas que habían hecho con América y Medellín, respectivamente, en ese mismo torneo, el año anterior.
La ida se jugó el 10 de junio en La Bombonera y Vargas fue titular. El partido fue un escándalo total. Como era de esperarse, la tensión estaba por las nubes, las revoluciones a mil por hora y las patadas fuertes y los golpes cargados de mala intención sobraban. Hasta que un leve encontronazo entre Raúl Cascini y Marcelo ‘Muñeco’ Gallardo –hoy DT de River- desbordó todo. El de Boca ya estaba amonestado y el árbitro, Claudio Martín, para no amonestar a ambos –sólo se iba expulsado Cascini si hacía eso- decidió mostrarles la tarjeta roja a los dos. Ahí todo se fue al carajo. Se armó un tumulto conformado por futbolistas –titulares y suplentes-, árbitros e integrantes de ambos cuerpos técnicos que finalizó con el inolvidable aruñazo de Gallardo al ‘Pato’ Abbondanzieri. Unos minutos, después de que todo se ‘tranquilizara un poco’, el partido siguió, pero apareció una nueva expulsión. El ‘Chino’ Garcé le tiró una patada criminal al mismo Vargas y vio la cartulina roja. El partido terminó 1-0 con gol del ‘Flaco’ Schiavi. En la vuelta, el 17 de junio, Amaranto apareció en la formación titular, al igual que Vargas. Sin embargo, el bogotano no completó su partido. Fue expulsado al minuto 65. Ese día la cuota de rojas fue la misma que en la ida. Al volante colombiano se sumaron Carlos Tevez por Boca y Rubens Sambueza en River. La roja del ‘Apache’ también quedó para la historia. Boca iba perdiendo 1-0 con anotación de Lucho González y el partido se estaba yendo a penales, pero al minuto 88, apareció Tevez y marcó el gol que le daba la clasificación parcial a los ‘xeneizes’. Como festejo, el delantero de Boca se quitó la camiseta y empezó a mover los brazos imitando a una gallina para burlarse de sus rivales . El árbitro Héctor Baldassi no dudó en echarlo. Pero la noche no terminó ahí. Cristian Nasuti, hoy zaguero central del Deportivo Cali, mandó el partido a la definición desde el punto blanco con un gol en la última jugada . Los lanzamientos decisivos terminaron metiendo en la final a los de La Boca que posteriormente cayeron contra Once Caldas (#FuerzaSultán) por la misma vía. Copa Sudamericana 2014 Otra vez se veían las caras en semifinales. River, con los colombiano Éder Álvarez Balanta y, sobre todo, con Teófilo Gutiérrez como una de sus máximas figuras, venía imparable. Había ganado el torneo local y estaba invicto en la Copa Sudamericana que buscaba levantar por primera vez.
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Boca, en cambio, estaba en plena reestructuración, aunque en un partido frente a su histórico rival no existe ninguna excusa válida. La ida, que se jugó el 20 de noviembre en La Bombonera, fue una auténtica representación visual y deportiva de lo que se denomina un bodrio. Lo más relevante fue la pierna fuerte de los jugadores visitantes ante la mano blanda del árbitro Silvio Trucco. Leonel Vangioni y Leonardo Ponzio debieron haber visto la roja, pero el juez se conformó con mostrarles el otro color. River terminó con siete de los once titulares amonestados. El arranque de la vuelta fue todo lo contrario. Iban apenas 15 segundos de partido cuando una falta imprudente de Ariel Rojas sobre César Meli obligó a que Germán Delfino pitara un penalti a favor de Boca. El estadio Monumental de Núñez explotó cuando Marcelo Barovero le atajó el cobro con su mano derecha a Emanuel Gigliotti. River tenía la posibilidad de renacer con más energía y concentración. Y así fue. A los 16 minutos, Leonardo Pisculichi corrigió un remate que había sacado Vangioni desde la izquierda y dejó parado a Agustín Orion , que simplemente observó cómo River se iba al frente en el marcador. Y lo que Orion vio desde un lugar privilegiado ese 27 de noviembre no fue sólo el gol ‘millonario’, sino la clasificación a la final, donde el equipo del ‘Muñeco’ Gallardo terminó venciendo a Atlético Nacional. Copa Libertadores 2015 Desde esa serie contra Boca, Teófilo Gutiérrez empezó a ser cuestionado por la prensa partidaria del club de la banda roja. El mismo que había viajado desde México a Argentina sólo para jugar “en el equipo que es hincha desde chiquito” era criticado y hasta insultado por periodistas argentinos. Sin embargo, el apoyo de la hinchada persistía… hasta este fin de semana. Teo fue titular el domingo último cuando su equipo cayó 2-0 contra Boca en La Bombonera por el torneo doméstico. No obstante, su poca participación llevó a que el técnico lo reemplazara por Fernando Cavenaghi a los 71 minutos de partido. El desarrollo del encuentro no cambió mucho, pero la diferencia de actitud entre ambos delanteros se notó. Naturalmente, las críticas le llovieron.
El barranquillero y Álvarez Balanta son los únicos representantes de Colombia que harán parte de los Superclásicos por octavos de final de la Copa Libertadores que se jugarán esta semana y la próxima y hasta hoy no es seguro si por lo menos alguno de los dos estará desde el arranque. Gran parte de la hinchada piensa que Teo ya cumplió su ciclo y ven desidia y falta de ganas de su parte cuando entra a la cancha. Por esta razón, las encuestas ponen a Cavenaghi, ídolo total de River, como favorito para iniciar mañana en el Monumental. El futuro cercano de Gutiérrez parece estar lejos de Núñez. Por esta razón, los dos Superclásicos que se vienen serán esenciales para su imagen inmediata. A la larga, la gente con memoria lo va a recordar como ese excelente jugador que ayudó al club a acumular dos trofeos más en sus vitrinas. Sin embargo, una eliminación de River contra Boca haría que Teo se vaya del equipo al que tanto le aportó con una imagen no muy positiva. Ahora, Gallardo deberá tomar una decisión entre Cavenaghi, quien jugó a su lado en el ya mencionado partido del aruñazo, o el colombiano, quien seguramente querrá redimirse y gritar unos cuantos goles más antes de volar lejos de Argentina. Que suene el silbato y que ruede el balón… Follow @pabloriosg