Los sucesos ocurrieron tras el segundo tanto del conjunto marfileño, logrado de penalti por Didier Drogba, que también marcó el primero.
Numerosos objetos cayeron desde la grada del recinto y diversas banderas fueron quemadas y lanzadas al terreno de juego. Los seguidores de ambos equipos abandonaron sus localidades y se enzarzaron al tiempo que algunos abordaron el césped. Los futbolistas marfileños, objetivo de los agitados seguidores locales, buscaron protección en el túnel de vestuarios.
El árbitro se vio obligado a suspender el partido y las fuerzas de seguridad comenzaron a desalojar el recinto.
La selección de Costa de Marfil, finalista de la última edición, que perdió contra Zambia en los penaltis, ganó el encuentro de ida (4-2) y tenía asegurada su presencia en la fase final, que se jugará el próximo año en Sudáfrica, con la victoria por 2-0 en Dakar, a falta de un cuarto de hora para el final del choque, pendiente de la reanudación.