Los Tigres, que jugarán su sexta final, intentarán frenar una racha de 29 años que tiene el club sin ganar el título en el fútbol mexicano sus campeonatos lo consiguió en las temporadas 1977-1978 y 1981-1982.
El único gol del partido y de la serie, en el partido de ida empataron sin goles, fue del defensa del Querétaro, Manuel López Mondragón, quien metió el balón en su propia meta al minuto 43.
Mondragón intentó enviar a tiro de esquina un centro del argentino Damián Álvarez, pero su remate de cabeza salió fuerte, bajo y pegado al poste, imposible de detener para su compañero el guardameta Liborio Sánchez.
Éste último se lució al minuto 58 al detener un penalti que fue lanzado el goleador chileno Hector Mancilla. Sánchez se lanzó hacía su derecha para adivinar el disparo que rechazó a dos manos.
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El Tigres, tercer clasificado a la fase final y con la ventaja de avanzar en caso de empate global, jugó sin la presión de buscar obligatoriamente el triunfo.
Por su parte, el Querétaro llegó al estadio Universitario, casa de los felinos, con la necesidad del triunfo que finalmente no llegó.
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Las oportunidades de gol en el partido fueron contadas, pero el equipo que estuvo más cerca de la meta rival fue Tigres que tuvo ofensivas constantes en los pies de los argentinos Lucas Lobos y Damián Álvarez, además del chileno Mancilla.
Mientras que el Querétaro apenas se acercó a la portería local aunque sin mucho peligro. El delantero uruguayo Carlos Bueno, el mejor goleador del torneo, no estuvo en su noche y salió de cambio al minuto 61.
Los guardametas de ambos equipos, Enrique Palos de Tigres, y Liborio Sánchez, del Querétaro, fueron exigidos, en mayor medida el segundo, pero ambos desarrollaron una labor importante para sus equipos.
El final del partido no tuvo mayores acciones de peligro y de esa manera Tigres, que registra subcampeonatos en la campaña 1979-1980 y en los Torneos Invierno 2001 y Apertura 2003, avanzó a su sexta final.
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