El mundo conoció unas supuestas fotos en las que el hombre se hizo humano. Messi siendo infiel, con una ‘stripper’, arrastrado por los placeres mundanos. Pero todo es un gran equívoco, pues las fotos tienen las características de un montaje y, además, no vale la pena desportillar esta porcelana del fútbol con su vida íntima. El punto es que si uno de sus seguidores lo viera dándose un beso con otro hombre, ¿dejaría de admirarlo? Me temo que sí, que en estos tiempos en los que se pregona la libertad se vería afectada la visión que se tiene del ídolo, más cuando el fútbol no ha dejado para nada su machismo innato, más allá de que ahora las mujeres jueguen campeonatos oficiales y muchas presenten los deportes en televisión. Existe un bajísimo criterio editorial que ha permitido quelas susodichas fotos de Messi hayan tenido tanto despliegue y repercusión en los medios de comunicación deportivos. Se entiende que pase así en la prensa rosa y amarilla, pero no en lo que a nosotros atañe. Nada tiene que ver la cama de Messi con lo que hace en la cancha. “Pelé es homosexual”, espetó alguna vez Maradona. Homofóbico, dijo en otra ocasión: "No estoy en contra de los homosexuales. Me parece bien que existan, porque de esa manera dejan más mujeres libres para los que somos machos de verdad”. Pelé refutó. Aseguró que la revista Playboy lo había malinterpretado en una entrevista de 1981 y que no tuvo su primera relación sexual a los 15 años con un muchacho del equipo de la ciudad de Baurú. “En aquella época nunca hablé sobre que tuve sexo con ese gay que había en el equipo. Dije que el resto del equipo sí, pero publicaron equivocado. No tengo problemas con eso y si lo hubiera hecho lo habría dicho, se hacen tantas cosas locas cuando uno es un muchacho…”, comentó Pelé. Ronaldo, que al igual que Messi, Maradona y Pelé está en el top de mejores jugadores del mundo, fue visto de parranda con travestis. Cristiano Ronaldo es metrosexual. Todos somos carne. En otro nivel, Jaime Castrillón se ganó el mote del “Futbolista porno del fútbol colombiano” al dejar escapar un video íntimo con una mujer. Los niños de la selección sub-22 de México llamaron prostitutas al hotel de concentración en Ecuador y los robaron. Deco fue pillado con una suripanta que cobraba 500 euros la noche. Ferdinand y Frank Lampard fueron grabados en una orgía en Chipre. A Pablo Armero lo acusaron de intento de soborno al ser sorprendido con tragos manejando y en compañía de una fufa rumana. Ribery y Benzemá andan en líos por contratar a Zahia, una prostituta menor de edad… Casos de esos hay miles más. Entonces, ¿cuál es el despropósito de hacer eco en la prensa deportiva de unas fotos que ni se sabe que son verdaderas y que, así lo fueran, son de la vida personal del mejor jugador del planeta? Acá la intención era única: hacer daño (y seguramente dinero). Y casi todos caímos en el juego. Una verdadera lástima porque ya se sabe que Internet y compañía no respetan a nadie. “Soy un pivot de la NBA y soy gay”, confesó hace poco Jason Collins y la mayoría lo apoyó tras su declaración, inédita en el mundo del baloncesto. Emile Griffith , boxeador homosexual de antaño, vio cómo sus amigos se alejaron de él tras salir del clóset. “Cuando maté a un hombre (Benny Kid Paret, quien le había dicho ‘maricón’ antes de medirse en una pelea) me acompañaron; cuando dije que amo a un hombre me dejaron solo”, lamentó. Si con unas supuestas imágenes de Messi siendo infiel se armó tremendo alboroto, no es difícil dimensionar qué pasaría si en una de estas lo mostraran del lado gay. Por eso es que me cuesta encontrar una respuesta definitiva al título de este texto. La figura de Messi trasciende a las nuevas generaciones y por eso se le debe cuidar. Puede seguir siendo considerado el mejor jugador de toda la historia como hombre de casa o en su “faceta” de mujeriego (que no le cuadra para nada). Como homosexual, creo que muchos se lo pensarían dos veces. ¿No? Si quiere seguirme en Twitter: @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:46 p. m.