Les ofrecían empleos en ese país a mujeres de Antioquia, Valle del Cauca y el Eje Cafetero. Una vez en Asia las obligaban a pagar millonarias deudas.
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La Fiscalía encontró que el líder de la banda era Carlos Armando Gil Díaz, alias ‘El Pollo’, a quien detuvo en Bogotá y trasladó a Medellín para ponerlo ante un juez.
En las audiencias preliminares, a las que también fueron llevados Brandon Esneyder Gaitán Sánchez y Olga Cano Agudelo, se revelaron detalles escabrosos del actuar de la organización ilegal que fueron contados por tres mujeres que ayudaron a la Dijín a desarrollar la investigación y a que los delincuentes fueran capturados.
Según el organismo, en varias regiones del país, la banda contactaba a mujeres y por medio de trampas las engañaban para que, supuestamente, fueran a China a trabajar como empleadas domésticas, en restaurantes, en hoteles o cuidando niños.
La oferta económica era más que jugosa, sin embargo una vez pisaban suelo asiático, la promesa se convertía en un verdadero cuento chino.
Cae ‘Papi, papi’, presunto jefe de la banda que llevó a la modelo... “Les informaban que por el traslado y los documentos de viajes le quedaban debiendo a la organización criminal US$18.000 (unos 54 millones de pesos), dinero que empezaban a cancelar una vez lleguen a su destino y en no más de 3 o 4 meses”, dice un comunicado de la Fiscalía.
La deuda que les inventaban a las víctimas se hacía impagables, además porque les imponían multas y nuevas condiciones del acuerdo al que habían llegado en Colombia para poder viajar.
Sobre los roles de los delincuentes, la Fiscalía dijo que ‘El Pollo’ o ‘Miguel’, como también se hacía llamar, se encargaba de acoger a las víctimas y les realizaba las gestiones para la obtención de pasaportes, visas y pasajes.
Él era el jefe de la banda, así lo aceptó ante un juez de Medellín, y era quien entregaba entregaba los dineros para que las mujeres pasaran los controles migratorios de las autoridades chinas. Movía a las víctimas hacia los aeropuertos y les decía qué debían hacer y cómo actuar antes las autoridades de cada país por el que hacían tránsito para conseguir llegar a su destino.
Brandon Esneyder acogía a las mujeres, ayudaba a tramitar visas y a comprar pasajes y también aceptó su responsabilidad ante un juez en Medellín.
Olga Cano Agudelo, que también aceptó su culpa, reclutaba mujeres en Pereira (Risaralda).
El Juzgado Primero Penal Municipal Ambulante con Funciones de Control de Garantías de Antioquia les envió a prisión luego de que la Fiscalía les imputó cargos por concierto para delinquir, los cuales aceptaron.
Una cuarta persona, identificada como Matilde Prieto González, cuñada de alias ‘El Pollo o Miguel’, negó las acusaciones y fue cobijada con medida de aseguramiento con beneficio de detención domiciliaria.
Según la Fiscalía, ella “apoyaba en la transferencia de giros de dinero para los integrantes de la organización criminal en pago a sus servicios y para los gastos de operatividad de la red”.