Carlos Darío Ospina, el gerente de la funeraria Campos de Paz, habló de la situación.
“Ha disminuido mucho el tema de servicios, al estar la gente juiciosa en la casa, el tema de muertes violentas ha tenido una gran disminución”, dijo.
Efectivamente, según cifras de la Alcaldía de Medellín, en la ciudad fueron asesinadas 182 personas entre el primero de enero y el 28 de junio de 2020, frente a 349 casos ocurridos en el mismo periodo de 2019.
Debido a la emergencia del coronavirus, se aplican medidas de bioseguridad para garantizar la salud de quienes visitan a los que se fueron al más allá.
“Se toma la temperatura, de igual forma se hace desinfección de los vehículos. El número permitido para estas personas es de quince personas por sala de velación”, explicó Juan Carlos Suárez, el director de mercadeo y ventas la funeraria Campos de Paz.
En ese camposanto, por ejemplo, se han hecho 180 inhumaciones durante la pandemia y 800 cremaciones. Aunque han aumentado la cremación en un 60 por ciento durante esta época, aseguran que la ocupación en el cementerio no ha llegado a su límite.
“Somos empresas de rituales y en esta coyuntura nuestro objetivo es seguir siendo empresas de rituales, con las limitaciones que generan los protocolos del Ministerio de Salud en los casos sospechosos o confirmados de COVID-19”, manifestó Fernando Arango, gerente de la funeraria San Vicente.
Dicen las autoridades que las muertes en Medellín has disminuido en 30 por ciento durante estos tres últimos meses, las inhumaciones descendieron en 40 por ciento porque nadie quiere retirar sus muertos.