Al mejor estilo de los grandes del fútbol, varios hinchas pasaron la noche jugando a la pelota mientras más de cinco mil aficionados hacían la fila más eterna con el objetivo de tener una entrada para ver la final de la Copa Libertadores en Medellín, entre Atlético Nacional e Independiente del Valle (Ecuador).
Muchos de los aficionados arribaron a la Unidad Deportiva Atanasio Girardot desde tempranas horas con la ilusión de estar más cerca de la taquilla, sin importar la hora de llegada.
“Estoy acá desde las 9 de la noche y unos amigos me cuidaron el puesto. La boletería, la venden a las 2 de la tarde y uno va saliendo por hay 5 pm”, cuenta Yebi Zapata Ramírez, hincha de Atlético Nacional.
Claudia García, otra fanática del club verdolaga, dice que está dispuesta a pasar hasta 25 horas de pie, con tal de obtener una boleta.
“Acá parados ya llevamos 10 horas, esperamos ajustar 25 horas”, dice.
A la una de la mañana miles de hinchas estaban en las afueras del estadio y en diferentes cambuches, mientras llegan las 2 de la tarde. A esa hora podrán conseguir la boleta que les dará la posibilidad de ver la final de la Copa Libertadores.
Y como en toda fila, siempre hay quien la encabece.
“(Estoy acá desde las 10 de la mañana, estoy dispuesto a comprar la boletica para entrar a ver la final al campeón de la Copa Libertadores”, asegura Asdrúbal Laverde Morales, aficionado.
La expectativa no solo es para los hinchas, este hombre se puso el delantal y con su carro de fritos se hizo su 'agosto'.
“Siempre ha vendido, algo se ha hecho”, cuenta el comerciante Jorge Eliécer Pava Osorio.
El coronel Diego Vásquez, comandante operativo de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, asegura que se ha “dispuesto un personal durante el transcurso de la noche que va estar acompañando y organizando a estas personas”.
La lluvia no fue impedimento para pasar la noche, el calor humano acompañado de plásticos fue la solución para permanecer en las filas.