Destruyeron los ventanales del templo en Castilla y causaron daños en la habitación del sacerdote, quien dice que no se dejará amedrentar por los vándalos.
“Ya hemos tenido frecuentemente amenazas y actos vandálicos de personas que no son creyentes, ateos”, sostuvo Cristian Ruiz, uno de los feligreses del Santuario Diocesario de la Divina Misericordia, donde se encuentra el padre Chucho.
“Entran a las celebraciones de las misas, graban, toman fotos, se burlan, se ríen de la gente”, agregó.
Tras el ataque, la Policía dispuso de varios uniformados para custodiar el templo. Además, revisan las cámaras de seguridad para identificar a los responsables del ataque.
El padre Chucho, que se refugió en la noche en la casa de familiares, regresó a Castilla para hacerle frente a las amenazas, que ya ha denunciado ante la Fiscalía.
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