Pandilleros quemaron la casa de una abuelita para vengarse de sus nietos

“No tengo ni ropa”, dice la agobiada mujer de 83 años, que ve entre lágrimas cómo su humilde vivienda en Turbaco, Bolívar, quedó reducida a cenizas.

Victoria Cuavar pasa las noches donde un familiar, pero desea, cuanto antes, reconstruir su casa y regresar a ella.

Margarita Carrasquilla y un grupo de amigos lideran una campaña para que los turbaqueros le ayuden a la anciana a recuperar lo que el incendio consumió.

La Policía de Bolívar capturó a uno de los responsables de la conflagración y llegó a un acuerdo con las dos familias para que se dé por zanjado el conflicto.

 

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