Se trata del 30% de los panales que hay en el país. Mapa del desastre ecológico crece sin control. Uso de herbicidas, como el Fipronil, serían los causantes.
“Ese número de colmenas podrían ocupar más o menos la superficie del Quindío o más”, declaró Mónica Cepeda, del colectivo Abejas Vivas.
La situación ha afectado a criadores de abejas como Abdón Salazar.
“Esto es un desplazamiento forzado. Uno se ve obligado a irse o sino voy a desaparecer como apicultor. Económicamente la afectación es muy grande”, aseguró Salazar.
En medio del avance de una ley que permitirá el cuidado de las abejas, tan importantes para la polinización y la seguridad alimentaria, varias voces piden ponerle lupa a las 70 marcas comerciales con las que se comercializa en Colombia el Fipronil.
Para este fin, ya se gestiona una petición ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, el Ministerio de Ambiente y el ICA.
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