Caminantes de la Ruta de la Libertad han pasado duras pruebas para evocar la hazaña

El 4 de junio empezó la caminata desde Arauca. La rudeza del camino hizo que ocho de los cuarenta voluntarios se retiraran.
Han pasado varios días sin bañarse, durmiendo en el piso y otras veces en hamacas. Cuando fueron más afortunados, descansaron en colchonetas gracias a la hospitalidad de algunos.
El agreste páramo de Pisba, como hace 200 años, disminuyó también a este ejército caminante y hoy solo siguen la travesía 32.

Uno de los caminantes más destacado es don Milton, quien tiene 71 años y un paso fuerte y acelerado.
A unos, la resistencia les salía de las entrañas, y a otros del chimó, una fuente sangrada de energía para los llaneros, aunque no es para todo el mundo, pues puede producir vómito, fiebre y alucinaciones.
Cuenta la historia que los llaneros que acompañaron a Bolívar llevaban chimó y carne asada para poder avanzar.
Así empezó su travesía:
Más de 50 caminantes recorrerán, paso a paso, la ruta del libertador Simón Bolívar

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