La escasez del fruto en la isla obligó a la gobernación a prohibir el uso de los cocos para envasar bebidas. Quien infrinja la ordenanza será multado.
“Yo tengo 50 años viviendo de esto y no sé por qué van a prohibir el coco para vender si esa es nuestra cultura”, lamenta el sanandresano Gilberto Livingston.
Quienes lo comercializan afirman que el tipo de fruta que usan para el coctel solo sirve para servir esa bebida.
Roy Robinson, secretario de Agricultura y Pesca, señaló que desde hace un año están adelantando acciones para la reforestación de cocoteros.
La entidad deberá realizar una campaña de sensibilización para los comerciantes durante un mes, antes de imponer las sanciones económicas que contemplan cinco salarios mínimos vigentes.