En el cementerio de Fusagasugá no hay tumba para tanto muerto

Por un tecnicismo, el horno crematorio no funciona y las bóvedas han sido ocupadas por los fallecidos debido al COVID, que se cuentan en más de 100.

En el cementerio Nuestra Señora de Belén, del municipio de Fusagasugá , en Cundinamarca , ya no hay cupo para más muertos. Las bóvedas fueron utilizadas por personas que fallecieron debido al COVID . A esto se suma que tecnicismos impiden utilizar el horno crematorio.

“Si llegan 4 o 5 (muertos) se llena y empezamos a pedirle a Dios que mañana haya una familia que diga, queremos exhumar a nuestro ser querido, para abrir un espacio para otra persona”, cuenta el padre Víctor Hugo Sanabria, administrador del camposanto.

Es que en ‘Fusa’ enterrar los muertos se convirtió en problema, pues no le cabe un muerto más al cementerio Nuestra Señora de Belén por falta de bóvedas.

Siempre es incierto saber, en la mañana nos llaman para dos, tres o cuatro fallecidos por COVID o posible COVID, eso hace que no tengamos ninguna certeza frente a esta situación”, manifiesta el sacerdote.

Pero el problema es más grave. Mientras los muertos por coronavirus en el país son cremados, como dice el protocolo, en ‘Fusa’ son enterrados en bóvedas. El único horno que existe está apagado por problemas de uso de suelo.

“El horno no tiene contaminación, lo que se nos ha asegurado por parte de las personas que entienden del tema es que él exosto de un carro contamina más que las emisiones del horno crematorio”, añade el religioso.

El alcalde Jairo Hortúa aseguró que se ha venido conversando con el cementerio para darle pronta solución a esta problemática y entre las posibilidades está trasladar los cuerpos a otros municipios.

“El día viernes, en el Concejo Municipal del Riesgo, cambiamos el protocolo para trasladar los cadáveres a algún municipio cercano y también para hacer la cremación en Girardot”, explica el mandatario.

En los primeros diez meses de pandemia murieron 172 personas por COVID en este municipio intermedio de Cundinamarca y sus habitantes solo esperan que los problemas legales no sean un impedimento para poder despedir a sus muertos.

Juan Camilo Ferrer, director jurídico de la CAR, al respecto dijo: “Nos encontramos en que los usos del suelo consagrados en el esquema de ordenamiento territorial del municipio no dan compatibilidad con el uso de estos hornos crematorios, toda vez que ese uso está consagrado para actividades de usos habitacionales de alta densidad y para viviendas multifamiliares, por lo tanto, la CAR no puede desconocer el determinante ambiental allí consagrado”.

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