El 29 de marzo se convocó al Congreso para escoger al reemplazante, que sería el general retirado de la Policía Óscar Naranjo.
Con 76 a favor, la plenaria del Senado aprobó la renuncia del vicepresidente Germán Vargas Lleras.
El vicepresidente no estuvo en el recinto, pero sí se leyó su carta de “renuncia irrevocable”.