Las autoridades confirmaron la captura de dos hombres que son sospechosos de la masacre de ocho jóvenes en una finca de la vereda Santa Catalina, en Samaniego, Nariño.
Uno de los detenidos ya fue identificado y, según la investigación, tendría vínculos con el narcotráfico y estaría relacionado también con el homicidio de un policía perpetrado en los primeros días de agosto.
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La Fiscalía continúa en la zona recogiendo el material probatorio, mientras la comunidad les rindió homenaje a las víctimas de los violentos.
Por las calles de Samaniego sus habitantes decidieron prender velas y faroles en honor a los jóvenes. Cansados de vivir bajo el temor protestaron, de manera simbólica, desde sus balcones y las puertas de entrada de sus viviendas.
Sin importar la edad, todos pidieron la paz.
En el hospital de Samaniego permanecen los cinco heridos que dejó este ataque armado. A las afueras, familiares de los jóvenes esperan que los médicos les entreguen detalles de la salud de sus seres queridos.
