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Egan Bernal, un guerrero de la vida: médico que lo operó contó detalles inéditos de su recuperación

¿Sus primeras palabras, tras el accidente? ¿Cómo lo afrontó? ¿Y sus padres? ¿Qué ha dicho, luego de volver a competir? ¿Qué se viene? Gustavo Uriza habló de todo.

Egan Bernal, ciclista colombiano del INEOS Grenadiers
Egan Bernal, ciclista colombiano del INEOS Grenadiers
AFP

El 24 de enero de 2022, la vida de Egan Bernal dio un giro inesperado. En medio de un entrenamiento en las carreteras de Cundinamarca, cuando se encontraba ultimando detalles para afrontar la vigente temporada, sufrió un fuerte accidente que, por poco, pone punto final a su carrera, tras chocar muy fuerte contra un bus, que le ocasión graves lesiones.

Sufrió fracturas de vértebras, el fémur, la rótula, un pinchazo en el pulmón y más. La situación fue muy delicada. De hecho, el popio ciclista reveló que le habían dicho que tenía 95% de posibilidades de quedar parapléjico. Había tristeza nacional. Y es que el campeón del Tour de Francia 2019 y del Giro de Italia 2021 se debatía entre la vida y la muerte.

Sin embargo, todos, en la vida, hemos contado con unas manos salvadoras, las cuales aparecen en el momento adecuado justo cuando uno cree que no existe esperanza aluna. Las del 'joven maravilla' fueron las de Gustavo Adolfo Uriza, médico de la Universidad de La Sabana, quien fue el encargado de operar y de estar al frente del proceso del ciclista del INEOS.

El panorama, en un inicio, no era nada alentador y de eso era consciente el doctor. No obstante, no iba a bajar los brazos y mucho menos cuando veía que la actitud de su paciente invitaba a dar lo mejor en el día a día. Así como se le ve arriba de la bicicleta, entregando hasta la última gota de sudor, así es abajo de ella, mostrándose como un guerrero y campeón.

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Sus ganas de vivir, de volver a competir al más alto nivel y de superación, apoyado en el conocimiento, dedicación y amor que también le imprimió el médico, fueron clave para que, en la actualidad, estemos, nuevamente, disfrutando de Egan Bernal en las carreteras del mundo, sonriendo y dejando en alto el nombre de nuestro país, como siempre lo ha hecho.

Fueron poco más de siete meses duros, de ir despacio, seguir recomendaciones, de berraquera, lágrimas, alegrías, apoyo incondicional, en fin, donde lo que puede parecer sencillo, si solo se cuenta lo superficial, en realidad fue complejo y así, nos lo contó el doctor Gustavo Uriza, en entrevista con Caracol Sports, donde reveló detalles inéditos de esta historia.

Egan Bernal, ciclista del INEOS
Egan Bernal, ciclista del INEOS Grenadiers
AFP

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¿Cómo fue cuando se enteró del regreso de Egan Bernal a la competencia oficial?
"Era algo que estábamos esperando. Yo sabía que él regresaría a competencia unos cuantos días antes del anuncio oficial. De hecho, él me había enviado sus últimos exámenes y me había comentado lo que los médicos allá le estaban diciendo y claro, hizo un duro entrenamiento en Andorra. Por eso, ya solo estábamos esperando a que este momento llegara".

¿Qué sensaciones hubo en ese momento?
"Muy feliz por Egan. Independientemente de que sea él como figura pública, que un paciente pueda retornar a su labor y a lo que le gusta hacer y su pasión, a uno como médico lo llena de demasiado orgullo y satisfacción por la persona que es, pues me puso muchísimo más feliz y él sabe que hemos tenido una relación de cercanía a partir de aquel accidente".

Luego de todo este proceso que vivieron juntos, ¿Por qué termina siendo tan especial el caso de Egan?
"Por el ser humano que es. El día que se accidentó, lo pasé a cirugía urgente de la columna, inclusive, lo operé cuando los colegas de ortopedia ya le habían hecho fémur y rótula, que fue un tema complejo. Eran las cosas urgentes para salvarle la vida, luego pasó al grupo de neurocirugía, donde el objetivo era que pudiera caminar y solo pensábamos en eso".

¿Cómo asumió ese reto?
"Había que ir paso a paso. Cuando lo pasé a cirugía, él estaba anestesiado y no tuve la oportunidad de hablar con él antes, sino con sus padres y el entorno cercano. Y ver la calidez de seres humanos, su sencillez, la familiaridad y cercanía, lo sentí como si estuviera tratando a alguien muy cercano a mi familia, y a lo que realmente somos los colombianos, fue especial".

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¿Cómo fue el primer encuentro con Egan?
"Una vez despierta y empezamos la recuperación, estuvo muy pendiente de acatar todo lo que se le fuera indicando. Así fue como se forjó una relación más cercana. De hecho, recuerdo que, como yo también hago bicicleta para mantenerme y demás, decidimos que su primera rodada, en medio de este camino, fuera conmigo y nuestro grupo de amigos y eso".

¿Al cuánto tiempo fue esa primera rodada?
"Tan solo a 70 días después del accidente, lo cual era increíble porque, teniendo en cuenta lo que pasó, que ya estuviera en una bicicleta no se podía creer y daba mucha alegría. Le dije que yo llevaba mis amigos y él los suyos y logramos que ese momento fuera especial, pero a la vez una cosa muy íntima y familiar, y eso resultó siendo un 'boom' para todos".

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¿Qué hablaban en ese momento, al volver a subirse a una bicicleta?
"Íbamos hablando muy familiarmente. Los amigos de él hasta preguntaban que cómo hacía cuando operaba un tumor en el cerebro (risas) y yo a su vez le preguntaba que cómo se sentía y Egan me dijo que estaba a un 15% o 20% de lo que es su capacidad. Y le dije 'Wow, entonces, ¿cómo eres cuando estás a un 100%!? (risas), estando en plenitud y a un alto nivel".

Ahí confirmó que estaba ante el campeón del Tour de Francia...
"(Risas) Algo así; ese día estábamos como de paseo y en el plano íbamos a un promedio de 27 kilómetros por hora, y yo le iba dando con todo lo que tenía, porque obviamente mi nivel es diferente y él iba apenas en un 20% (risas); fue ahí cuando entendí que ese man es un monstruo realmente, una cosa de locos y, como usted dice, un campeón de Tour de Francia".

Anteriormente hablaba de la familia de Egan Bernal, ¿Cómo fue ese apoyo por parte de ellos?
"Los llamé al consultorio al momento del accidente, cuando vi los estudios y lo que tenía que hacer, hablé con la familia de las expectativas. Estábamos ante una fractura grave, la perspectiva era oscura y la expectativa es que por lo menos pueda volver a caminar. Yo hablaba eso y mientras tanto doña Flor Marina lloraba lo que no está escrito, con mucha tristeza."

Y el padre...
"Era lo mismo; yo no sabía cómo manejar eso en el momento. Lo que terminamos fue abrazados todos y les prometí que, de nuestra parte, todo el equipo de la clínica iba a hacer el máximo esfuerzo posible; desde ahí, hablamos todos los días, les comentaba cada paso y así se fue forjando una relación más cercana, la cual, por fortuna, dio sus frutos y los vemos".

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¿Alguna vez hubo duda de algo o la confianza siempre fue plena?
"Recuerdo que a los seis días vimos otra fractura, les dijimos que había que operar de nuevo y la respuesta de ellos fue de absoluta confianza; dijeron: 'doctor, hágale'. Al otro día, se realizó la cirugía y se resolvió bien. El resultado fue inmediato y la mejoría que presentó Egan, nos alegró. A partir de esos sucesos, empezamos a vernos, a forjar una mejor relación".

¿Nunca perdieron la esperanza, ya fuera Egan, su familia o ustedes como médicos?
"Siempre se tuvo la fe intacta y la meta era verlo bien. Al principio, no sabíamos si podría volver a competir; yo les di las recomendaciones, pero con esa lesión era difícil volver a nivel profesional. Había diferentes fracturas en el cuerpo, pero las de la columna eran complejas. Sin embargo, siempre se pensó que todo se sacaría adelante y que daría resultados".

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¿Hubo algún momento complejo o de tensión máxima?
"Esas de la columna eran difíciles de tratar porque no hay recomendaciones en la literatura médica, pero, en ciertos casos, se dice que si tienen fracturas en la vértebra, es que no regresen a competencia, entonces le dije a él que le sugería que no volviera correr, ya que tiene un alto riesgo, pero Egan se reveló y dijo: 'a mí nadie me va a decir eso, voy a competir'".

¿Qué tan fundamental fue esa actitud de Egan?
"100% importante. Él dejó claro que el ciclismo era su vida y pasión, entonces le dije que si ese era su objetivo, lo íbamos a ayudar hasta donde se pudiera. Sin su personalidad, ganas de enrentar la dificultad y entrega, no estaría donde está. Ya hizo una etapa larga en el Tour de Dinamarca, una contrarreloj, le expresé mi felicidad y me dijo que no siente dolor".

¿Qué se viene? ¿El proceso de recuperación culminó o continúa?
"De nuestra parte, en la clínica, los especialistas tenemos que terminar el seguimiento que es más o menos en un año. Las diferentes especialidades tomarán decisiones si le retiran los materiales que tiene, que es lo más probable para el fémur y rótula, pero eso está en manos de los ortopedistas que lo operaron y decidirán eso, siempre en pro de su salud y todo".

¿Y desde su caso puntualmente?
"De parte nuestra, seguiremos haciendo seguimiento también y se tomará la decisión de retirar o no aquel material de la columna torácica, porque el de la columna cervical no se va a retirar y se evaluará en el tiempo y ver qué se quitará y qué no. Adicional a eso, le hacen un tratamiento diferencial de cada especialidad con cada equipo; la verdad, aún falta mucho".

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¿Es pronto decir que volveremos a ver a Egan Bernal en su máximo nivel?
"Sí claro, es muy pronto; además, no soy yo la persona para hacer esos pronósticos. Eso es con su equipo. Ahora, a siete meses de haberse accidentado, la realidad es que tenemos a un campeón regresando; que vaya o no a alcanzar la cúspide de antes, el hecho de verlo de vuelta es una satisfacción para él, su familia, nosotros como aficionados y para el país".

Dejando un poco de lado el hecho de ser médico, ¿Dónde quisiera volverlo a ver?
"Como aficionado del ciclismo, quiero verlo ganando otro Tour de Francia. Obviamente, es una ilusión personal, pero solo quiero que gane todo; también la Vuelta a España para que consiga las tres grandes. Eso es lo que me gustaría, pero está en manos de Dios y realmente nuestra satisfacción es ver al paciente retornar a lo que se dedica, siendo alguien de élite".

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